'El otro lado de la cama' y 'Smoking Room' copan los premios de Málaga
La comedia de Martínez Lázaro y la 'ópera prima' triunfan en el festival
El jurado del Festival de Cine Español de Málaga premió ayer con los máximos galardones sólo a dos películas. La comedia El otro lado de la cama, de Emilio Martínez Lázaro, logró el premio a la mejor película, mejor director y premio del público, y la ópera prima Smoking Room, de Julio Wallovits y Roger Gual, se alzó con el premio especial del jurado, el de interpretación masculina para todo su elenco de actores y el de mejor guión.
En la sección de documentales, el premio fue para Señorita extraviada, de Lourdes Portillo, vigorosa denuncia sobre la desaparición de jóvenes mexicanas en la zona de Ciudad Juárez y la implicación de la policía en este hecho, mientras el público se decantó por Portman, a la sombra de Roberto, de Miguel Martí. La mención especial para Bonanza, del argentino Ulises Rosell, se antoja poco botín para esta película. En cortometrajes, el premiado fue Mala Espina, de Belén Macías.
El jurado, compuesto por Agustín Díaz Yanes, Benito Zambrano, Antonio Gasset, Ray Loriga, Jordi Bosch, José Manuel Lorenzo y Xavier d'Arthuys, dejó pocos galardones para el resto, 13 títulos, de las películas a competición. Sólo se echa de menos que filmes como Rencor, de Miguel Albaladejo, y El alquimista impaciente, de Patricia Ferreira, se fueran de vacío.
'Cuando decidí venir a Málaga lo hice pensando en ganar, así que estoy satisfecho, pero el mayor premio ha sido ver cómo el público reía y aplaudía en el estreno', confesó ayer Martínez Lázaro. Wallowits y Gual, por su parte, evitaron cargar las tintas sobre la proeza de hacer un filme con 40 millones de pesetas en régimen de cooperativa con los actores: 'Hemos puesto el acento en la propuesta artística; lo que importa al final es lo que se ve en pantalla; no cómo lo hayas pagado', afirmó Wallovits. Todos reconocieron la utilidad de un festival como el de Málaga y se asombraron de su asentamiento en sólo cinco años.
El premio de interpretación femenina recayó, con toda justicia, en la cubana Claudia Rojas, magnética protagonista de La novia de Lázaro, de Fernando Merinero, la más arriesgada de las películas vistas en estos apretados nueve días de competición. La mejor fotografía fue para Tote Trenas, por su impecable trabajo en una película menor, aunque de excelente factura técnica, Impulsos, de Miguel Alcantud, mientras que la banda sonora fue para Pablo Cervantes por Cuando todo esté en orden, de César Martínez.