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LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Un etarra afirma que obligó a su mujer a participar en el secuestro de Cosme Delclaux

Sagrario Yoldi Mujika acusó ayer a su marido, el presunto etarra Francisco José Ramada Estévez, de haberle obligado a participar en el secuestro del industrial Cosme Delclaux. 'Me has utilizado de manera alucinante. Vaya morro que tienes', dijo dirigiéndose a su marido. El caso es que el marido, en el intento por exculparla, admitió su participación en el secuestro de Cosme Delclaux, haber alojado en su domicilio a los tres liberados (a sueldo de la organización terrorista) que integraban el comando.

Ambos fueron juzgados ayer por su presunta intervención en el secuestro del industrial guipuzcoano, ocurrido el 11 de noviembre de 1996 y que tuvo una duración de 232 días. El fiscal solicita 15 años de prisión y multa de 120.000 euros para cada uno.

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En su declaración ante la Audiencia Nacional, Sagrario Yoldi admitió que había alojado en su casa a los terroristas que llevaron a cabo el secuestro -Dolores López Resino, Tere; Gregorio Vicario Setién, Santi, y Josu Ordóñez, presos en Francia-, pero que mantuvo fuertes discusiones con su marido porque no quería tener a esas personas en su casa. Añadió que Ramada le obligó a hacerles la comida y también a Delclaux.

La procesada, que se negó a contestar a la representación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, dijo que su marido la amenazó con abandonarla si echaba a los liberados de la casa. Agregó que también le obligó a hacer de correo para ETA y a prestarle el coche con el que Ramada acudió al encuentro de los secuestradores y trasladó narcotizado a Delclaux.

Exculpar a la esposa

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Ramada hizo toda su declaración con el único objetivo de exculpar a su mujer. Admitió que había constituido una empresa para adquirir la nave de Irún (Guipúzcoa) en la que estuvieron secuestrados Delclaux y José María Aldaia, aunque luego se negó a responder si el pago del imnueble se realizó con dinero de ETA.

'Yo obligué a mi esposa. Se lo impuse. Si se iban ellos, me iba yo', afirmó Ramada. También reconoció que condujo el coche de su mujer y que recogió a Delclaux dormido, así como que participó en su custodia.

Sin embargo, en comisaría y ante la juez, ambos habían reconocido su intervención en las labores de apoyo al comando y de alimentar al secuestrado. Sagrario Yoldi achacó la diferencia de las dos versiones a que en comisaría declaró muy presionada ya que, según dijo, oyó cómo su hermano, el etarra Juan Carlos Yoldi, que en los años 80 fue candidato a lehendakari, era torturado.

Por otro lado, el fiscal solicitó ayer penas de 103 años de prisión para Asier Carrera y Luis Mariñelarena, miembros del comando Ituren de ETA, por el asesinato de Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez.

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