Ruth Handler, creadora de la muñeca Barbie
Ruth Handler, creadora de la muñeca Barbie, uno de los juguetes más populares y discutidos de la historia, falleció el sábado en un hospital de Los Ángeles a consecuencia de las complicaciones de una operación de colon. Tenía 85 años.
Con sus medidas superestelares para una fémina adulta de 99-53-84, a la que según un estudioso llegaban menos de una de cada 100.000 mujeres, Barbie se convirtió en un fenómeno estético y cultural que tomó al mundo por asalto desde el mismo instante de su nacimiento en la Feria de Juguetes de Nueva York de 1959. Se tornó en el prototipo idealizado de la mujer americana, alta, rubia, de ojos azules, medidas imposibles y un punto de inocencia sexy, tan Made in America que una imagen suya fue introducida en la cápsula del tiempo sepultada en 1976 con motivo de los 200 años de la proclamación de la independencia.
A Handler se le ocurrió la idea de crear la muñeca tras observar cómo su hija Barbara jugaba con imágenes de adolescentes y mujeres ya adultas recortadas de revistas. Hasta entonces, las muñecas clásicas eran peponas o bebés. Parecía existir un mercado para otro tipo de muñeca, con todos los atributos de una mujer crecida y bien desarrollada. El éxito fue rotundo e inmediato. La primera Barbie modelo adolescente, con su cola de caballo y bañador a rayas blancas y negras, arrasó en Nueva York y en el primer año se vendieron más de 350.000 unidades.
A lo largo del tiempo, el modelo recibió toda clase de complementos y allegados, novio (Ken, nombrado por otro hijo de los Handler), hermanas y amigas, primero tan blancas como la propia Barbie y luego de otras razas. Más de mil millones de unidades de unos y otros se han vendido en más de 150 países, haciendo una fortuna para Mattel, la compañía de la que Handler fuera fundadora, junto a su marido, Elliot, y un amigo de la familia, Harold Mattson, de cuyos nombres salió el de la sociedad. 'Mi filosofía sobre Barbie era que a través de la muñeca cualquier niña pudiera ser lo que deseara', escribió Ruth Handler en 1994 en su autobiografía. Para ella, 'Barbie siempre quiso decir que la mujer podía elegir', pero las feministas le reprocharon que la muñeca representaba un modelo estético inalcanzable y excesivamente interesada en la belleza.
La figura no cambió, pero Barbie se convirtió en una mujer de su tiempo: médico, astronauta, profesora, veterinaria, policía... Niñas y niños la atesoraron, fue objeto de congresos y estudios universitarios, con su nombre se crearon revistas y webs... Barbie fue la cumbre en la carrera de una mujer nacida Ruth Mosko, como benjamina de una familia de paupérrimos emigrantes polacos de 10 hermanos llegados a Estados Unidos a principios de siglo. Ruth fue de vacaciones a Los Ángeles a los 19 años, seguida al poco de su novio del instituto, Elliot, y allí se casó y vivió hasta su muerte. Emprendedora y con vista para los negocios, trabajó con su marido en la creación de pequeños objetos de plástico para la casa y eventualmente en el establecimiento de Mattel. Por desacuerdos con la línea de producción, el matrimonio fue expulsado de la compañía en 1975. Era un segundo contratiempo grave para Ruth, ya que en 1970 le había sido detectado un cáncer de mama que terminó en mastectomía.
Siempre luchadora, y tras darse cuenta de que no había nada para hacer frente a tal situación, Handler ya sin compromisos con Mattel creó una nueva compañía, también de éxito, para proporcionar prótesis a mujeres que habían perdido uno o los dos pechos 'para que volvieran a sentirse orgullosas'.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.