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Reportaje:Apuntes

Un cuatrimestre electoral

Más de 140.000 miembros de la comunidad universitaria eligen sus claustros en mayo

EL último periodo del curso académico se caracteriza, tradicionalmente, por ser época de exámenes, amén de la planificación y difusión de la oferta existente para el siguiente curso. En el presente ejercicio, la cosa ha cambiando y el ambiente electoral ha desplazado de la cabeza de cartel a los exámenes en todas las universidades valencianas.

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EL último periodo del curso académico se caracteriza, tradicionalmente, por ser época de exámenes, amén de la planificación y difusión de la oferta existente para el siguiente curso. En el presente ejercicio, la cosa ha cambiando y el ambiente electoral ha desplazado de la cabeza de cartel a los exámenes en todas las universidades valencianas. Más de 8.000 profesores, unos 125.000 estudiantes y más de 11.000 administrativos y gestores serán llamados a las urnas en cuatro universidades, para decidir la composición de los nuevos claustros que determina la Ley Orgánica de Universidades (LOU). Y no se trata de claustros cualesquiera, porque éstos serán los encargados de redactar los nuevos estatutos de todas las universidades para ajustarlos a la LOU, además de tener la capacidad de optar, una vez elaborados los estatutos, por su continuidad o por su autodisolución y el cese del rector, con la eventual convocatoria, si llega el caso, de nuevas elecciones para ambas instancias.

En el caso de la Jaume I, la convocatoria de elecciones a claustro y a rector se han realizado por anticipado y en paralelo, por lo que la tensión no deberá prolongarse más allá del 29 de mayo, fecha de la cita a las urnas para la comunidad universitaria castellonense. Un día después, el 30 de mayo, será el turno de las votaciones en la Universidad Politécnica de Valencia. No obstante, las primeras votaciones del sistema universitario valenciano serán las que celebre la universidad de Alicante, previstas para el próximo 16 de mayo. El calendario corre más deprisa de lo que los gestores universitarios desearían y, hoy mismo, se abre en el campus de San Vicente del Raspeig el periodo de presentación de candidaturas, que concluirá el próximo viernes. En la Jaume I el plazo corre desde el pasado día 16, pero no concluirá hasta el 30 de abril. En la Politécnica, se acaba de abrir la fase de reclamaciones al censo provisional y no se podrán presentar candidaturas hasta el día 26 de abril.

La Universidad de Valencia es la más retrasada en la puesta en marcha de este proceso inevitable, por imperativo legal, debido a que el nuevo equipo rectoral, salido de las urnas a finales de febrero pasado, no ha podido tomar posesión hasta hace diez días y, por tanto, tampoco ha podido hasta ahora empezar a hacer los deberes más inmediatos de la LOU. No obstante, en la primera Junta de Gobierno convocada por el nuevo rector, Francisco Tomás, que se celebrará mañana martes, se discutirá una cuestión previa a la nueva convocatoria electoral. A saber: la distribución de los porcentajes de participación de los diferentes colectivos que integran la comunidad universitaria. Un tema que, como señalaba Francisco Tomás al poco de ser proclamado rector, constituye 'un problema de muy difícil solución', como se puso de relieve en el diseño del voto ponderado en las elecciones que dieron la victoria al mismo Tomás: partiendo de la proporción intocable de voto y representación que la LOU otorga a los funcionarios doctores (51 %), la Universidad de Valencia adjudicó un 13 % al resto de profesorado y personal investigador, un 26 % al alumnado y un 10 % al personal de administración y servicios, en un difícil ejercicio de equilibrio. El nuevo rector reconocía que esos porcentajes 'son en sí mismos insatisfactorios, pero cualquier movimiento volverá a generar insatisfacción. Y eso es como consecuencia de que estamos articulando procesos de distribución sólo sobre un 49%. Al tener sólo ese pequeño grado de libertad, cualquier modificación de porcentajes que suponga una mejora de un colectivo debe suponer necesariamente un perjuicio para cualquier otro'.

Así las cosas, en la Junta de Gobierno de mañana en la Universidad de Valencia se planteará la discusión en torno a ese 13% correspondiente al 'resto del profesorado' no doctor, que puede ser parcelado, como han hecho otras universidades, o retocado en favor del PAS. La casuística en este sentido varía según cada institución. En la Universidad de Alicante y la Jaume I, los porcentajes asignados a los distintos grupos son bastante similares, mientras que la Universidad Politécnica es la que ha hecho una distribución más sui generis con respecto al resto de las universidades valencianas. También difieren unas instituciones de otras en la reagrupación de colectivos, de manera que, por ejemplo, los profesores ayudantes entran en el mismo cupo que el personal investigador y los becarios en Alicante, mientras que en la Jaume I están con el resto de profesores no doctores (menos becarios) y en la Politécnica votan con profesores asociados y becarios.

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