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PANTALLA INTERNACIONAL

Michael Winterbottom vive la locura musical en '24 hour party people'

El cineasta retrata la época dorada de Manchester

24 hour party people, título robado a una canción de los Happy Mondays, es la historia del mítico sello Factory Records, que revolucionó el panorama musical mundial con grupos como Joy Division, sus sucesores New Order, Durutty Column y los propios Happy Mondays. El realizador Michael Winterbottom cede la palabra a los protagonistas y se contagia de la anarquía y locura que reinaron en las sesiones del club Haçienda de Manchester desde 1976 hasta 1992.

Rodada con técnicas documentales y cámaras de vídeo digital, la nueva película de Michael Winterbottom rescata la época gloriosa de Manchester, desde el despertar del punk hasta el ocaso de la cultura rave, ese explosivo combinado de música alternativa disco y drogas psicodélicas. El humorista Steven Coogan interpreta a Tony Wilson, el presentador de la televisión británica que, tras ver una actuación de los Sex Pistols, funda el sello Factory Records y el bar-discoteca Haçienda, tan famoso en su día como el neoyorquino Studio 54.

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Hablando directamente a cámara, Coogan centra la narrativa e introduce a los personajes reales: sus compañeros de aventuras Alan Erasmus; Rob Gretton, representante de Joy Division y New Order, y el egocéntrico productor Martin Hennet. De fondo tocan los Sex Pistols frente a una reducida audiencia, gente como Ian Curtis; el cantante de Joy Division, que terminaría ahorcándose en su casa; su sucesor en New Order, Bernard Sumner; miembros de The Buzzcock, e incluso un joven Mick Hucknall, futuro líder de Simply Red. 'Sólo hay 42 personas, pero cada una de ellas está absorbiendo el poderío, la fuerza y la magia del evento', recuerda Coogan.

El concierto fue la inspiración de un atípico negocio musical, que cedió libertad creativa, junto a los derechos de propiedad, a los artistas y los contratos se firmaban con la sangre de Wilson. Nadie controlaba los costes de producción y Factory Records llegó a perder 5 peniques por cada copia vendida de Blue monday, el sencillo de New Order que batió récords de ventas en 1983. Fue una señal premonitoria, como muchas otras que recoge el filme, de la anarquía reinante y consiguiente ruina financiera del sello y del local Haçienda.

Recién cumplidos los 41 años, Winterbottom también se contagia del ambiente anárquico en este proyecto que le acerca a su región de origen. 'El elemento musical fue un gran atractivo y, como soy de la zona, me atrajo la idea de hacer una película sobre Manchester. También me gusta la época, ya que muchos personajes pertenecen a mi generación', señala el realizador.

En la selección de actores, no se primó tanto el parecido físico con los protagonistas de la historia como su habilidad dramática en el escenario. Con una banda sonora de primera calidad, el montaje funde limitadas imágenes de archivo con recreaciones realistas de los conciertos, los excesos y las juergas, tanto diurnas como nocturnas.

Los críticos británicos, testigos en su mayoría del despegue y ocaso del Manchester del Factory y del Haçienda, han recibido bien esta película, que aún no cuenta con un distribuidor en España, pero que se anticipa entre las seleccionadas para el Festival de Cannes.

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