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'Bajar impuestos obliga a una mayor eficiencia de lo público'

Manuel Lagares, catedrático de Hacienda Pública y presidente de la comisión para la reforma del IRPF, se muestra muy orgulloso de su participación en la reforma fiscal de 1998 y confía en que también tomen forma de texto legal las propuestas que anteayer, por unanimidad, aprobaron en esta comisión.

Pregunta. ¿Quién pierde con estas propuestas de reforma del IRPF?

Respuesta. Con los datos que nos han facilitado los organismos oficiales, no sale ningún sector social perjudicado. Además, las propuestas van todas encaminadas a bajar impuestos: no hay ningún aspecto negativo.

P. ¿Cuántas de estas recomendaciones terminarán aplicándose?

R. Yo tengo muchas esperanzas, aunque no lo sé. En la reforma de 1998, entró la mayor parte y sólo unas pocas quedaron en el intento. El problema es el ajuste presupuestario y lo que se esté dispuesto a dejar de ingresar.

P. Siempre se ha considerado necesario un marco estable en los impuestos. ¿No son demasiadas modificaciones?

R. Esta reforma respeta el marco de 1998, y sólo introduce cambios parciales. Son necesarias para actuar en determinados momentos sobre la economía. Si estamos en un momento de despegue, la bajada de impuestos puede fortalecer la mejoría. Cuando caen los impuestos, se obliga al sector público a ser más eficiente. Se da más alegría al individuo, se ceden parcelas a la iniciativa privada.

P. ¿Hasta qué punto podrían rebajarse más el IRPF si existiese menos fraude?

R. Esta comisión ha abordado el tema y también ofrece muchas recomendaciones al Gobierno para que persiga el fraude, un fraude que se mantiene en el propio IRPF y en los impuestos indirectos.

P. Estos nuevos cambios en el IRPF, ¿obligan a modificar otros impuestos?

R. El IRPF es un impuesto final y no trastoca al resto de impuestos. Distinto es lo que ocurre con los impuestos empresariales que luego sí tienen su traslado a los ciudadanos.

P. ¿Cuáles han sido los mayores logros que se han producido en la reforma de 1998?

R. El nuevo impuesto creó empleo, permitió aumentar la riqueza y, pese a bajar el tipo marginal al del 56% al 48%, ahora el IRPF es más progresivo.

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