Cálculos
Vean el siguiente problema propuesto por el Ministerio de Educación para demostrar que es preciso reformar la enseñanza secundaria: 'En una bolsa hay 12 bolas rojas y 4 verdes y en otra hay 20 bolas rojas y 10 verdes. ¿De cuál de las bolsas es más probable que salga una bola roja?'. Dicen que sólo acertó el problema el 20% de los consultados, aunque eso depende del color de las gafas con que lo miremos. Para mí, acertó el 80% que dio la respuesta aparentemente incorrecta, porque la mala suerte es más poderosa que el cálculo de probabilidades, y los estudiantes respondieron desde la experiencia de la mala suerte. ¿O cuántas posibilidades tenían de sufrir una reforma cuando aún no se había aplicado la anterior? ¿Cuántas de que la selectividad fuera cambiada por dos o tres selectividades? No siempre sale la bola que debe.
Es más: no sale nunca. ¿Cuántas probabilidades, por ejemplo, tiene un coronel de la Guardia Civil que ha viajado a París invitado por Antonio Camacho de estar implicado en el caso Gescartera? Uno diría que todas, sobre todo si es hermano de Enrique Giménez-Reyna y de Pilar Giménez-Reyna y trabaja en una asociación de huérfanos que invirtió y perdió sus ahorros en la citada agencias de valores. Pues uno se equivoca, porque la Benemérita ha hecho una investigación a fondo y no acaba de ver la relación entre una cosa y otra. O sea, que salió de nuevo la bola que no era por la misma razón por la que la tostada cae al suelo siempre por el lado de la mantequilla. No nos hablen de lógica, por favor.
Los estudiantes que se equivocaron respondieron bien. La bola roja saldrá de la bolsa de la que tenga menos posibilidades de salir porque el destino se pasa el cálculo por el forro. El problema de la reforma de Pilar del Castillo es que pretende crear una inteligencia estándar, un comportamiento estándar y una mecánica estándar en el interior de una realidad excéntrica. Ningún genio habría salido airoso del test de las bolas, porque el genio hace tanto caso a los datos como a la intuición y lo que dice la intuición es que en Semana Santa hace mal tiempo en Levante. Con el cálculo de probabilidades en la mano, usted jamás habría sido ministra de Cultura.
