El 11-S obliga a Occidente a replantearse su seguridad
El almirante Antonio Moreno Barberá, jefe del Estado Mayor de la Defensa, explicó que los atentados de Nueva York y Washington han obligado a todos los países occidentales a replantearse sus estrategias de seguridad. En el caso español, dijo que las Fuerzas Armadas deben estar preparadas para luchar contra el terrorismo exterior y hacerlo de manera global junto a sus aliados.
En una mesa redonda sobre las consecuencias de los atentados del 11 de septiembre celebrada en el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, el presidente de la Fundación Cultura de la Paz, Federico Mayor Zaragoza, sostuvo que para evitar que se repitan esos sucesos es imprescindible que se acepten 'a escala supranacional' principios éticos básicos que garanticen una vida digna a todas las personas, junto a una 'capacidad punitiva' que permita castigar a quienes amenazan la seguridad mundial, sean terroristas o traficantes de drogas.
El periodista y académico Juan Luis Cebrián manifestó que a raíz del 11-S, y por primera vez en la historia, EE UU ejerce su poder imperial de manera consciente y se ha convertido en el 'único centro de poder de la globalización'. Según Cebrián, ello significa que, desde su nueva posición, Washington dicta las normas de manera unilateral, sin importarle si cuenta o no con el respaldo de sus aliados europeos. El primer director de EL PAÍS subrayó que sólo en la Constitución y en el reparto de poderes vigente desde el nacimiento de aquel país se encuentra 'el antídoto contra el mal que padece' desde hace seis meses: la primacía de la seguridad sobre las libertades individuales.
En ese sentido, Elisa Pérez Vera, magistrada del Tribunal Constitucional y catedrática de Derecho Internacional de la UNED, afirmó que el retroceso de la libertad frente a la seguridad es una de las dos 'heridas' infligidas por los atentados.
