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El fiscal pide 7 años para el alcalde de Xeresa por el aterramiento del marjal

Acusa a Fluixà de delito contra el medio ambiente

El alcalde de Xeresa, Ciprià Fluixà, elegido por Unión Valenciana, partido que dejó después, se enfrenta a una petición del fiscal de siete años de cárcel y 13 de inhabilitación por un delito de prevaricación y otro contra el medio ambiente. La acusación particular solicita nueve años de cárcel y 16 de inhabilitación. Fluixà, según el fiscal, ha permitido desde 1990 el aterramiento de 152.045 metros cuadrados (53 parcelas) del marjal incluido en el catálogo de zonas húmedas.

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El fiscal imputa al alcalde los delitos de prevaricación y contra el medio ambiente desde 1995. Según consta en su calificación, el alcalde de Xeresa dio autorización para aterrar 42 parcelas, de las cuales 30 son balsas de agua, con una superficie total de 78.914 metros cuadrados, de las que ya se han aterrado 31.546 metros cuadrados. Las otras doce parcelas, ubicadas también en el marjal, son de carácter agrícola y suman una superficie de 43.240 metros cuadrados. El fiscal afirma en su escrito que 'se han venido realizando aterramientos de las balsas de agua por distintos propietarios de las parcelas sin hallarse en posesión de licencia municipal, de lo que era perfecto conocedor el acusado'. Añade el fiscal que 'el acusado toleró la actividad sin impedirla ni sancionarla' y cifra el total de superficie aterrada desde 1990 sin autorización municipal en 152.045 metros cuadrados.

El fiscal considera que los hechos 'perjudican gravemente el equilibrio del sistema natural por la agresividad, extensión y valor ambiental del sistema afectado, causando, al modificarse la estructura del suelo y las aguas superficiales y subterráneas, un deterioro irreversible de la zona'.

La acusación particular recuerda en el escrito, en poder ya de la sala de la Audiencia de Valencia que juzgará al alcalde, que en 1989 la Comisión Provincial de Urbanismo aprobó las normas subsidiarias de Xeresa clasificando como suelo no urbanizable protegido los terrenos 'causa de la querella'. Según la acusación particular, 'el marjal de Xeresa se seguía aterrando' y en torno a la zona se constituyó la sociedad Rústicas SA, con objetivo de adquirir los terrenos para construir un campo de golf. La compra se hizo a través de dos sociedades, que solicitaron al Ayuntamiento el permiso, que Fluixà concedió, para construir un complejo turístico. 'El acusado se dedicó', dice la acusación particular, 'a autorizar aterramientos a sabiendas de la ilegalidad que suponía'.

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