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Reportaje:

40 aspiradoras en concierto

El festival Zeppelin recupera en el CCCB el movimiento Fluxus como un hito dentro del arte sonoro

Un total de 40 aspiradoras esperan que se conecte un interruptor para crear una estruendosa sinfonía en el sótano del Centro de Cultura Contemporánea de Barclona (CCCB). La japonesa Kyoko Sawanobori recolecta la miel para untar discos de vinilos y pinchar, utilizando su lengua, una sesión de música electrónica. Mientras, el colectivo británico Greyworld recorre Ciutat Vella como un prestigioso jurado que premia los rincones con mayor interés acústico del barrio. Aspiradoras, miel y el claxon de automóviles que dan contenido a la quinta edición de Zeppelin, el festival de arte sonoro que desde hoy y hasta el domingo se celebra en el CCCB.

El oído humano no descansa. El tímpano no cesa de vibrar para traducir las ondas en información, en recuerdos, en sueños o en arte. La Asociación Caos, por quinto año consecutivo, digiere todo este material y lo expone en forma de creación artística dentro del festival Zeppelin. Caos consigue a través de instalaciones, videocreación, arte digital, audiciones, conciertos, net-art, talleres informáticos, conferencias y fondos documentales reunir a artistas de una docena de países y organizar más de 30 actividades con las que superar los 10.000 participantes que consiguieron en la edición de 2000. 'Zeppelin, este año, quiere insistir en el trabajo dentro del arte sonoro como un elemento que trasciende a todas las áreas de interés de las humanidades', decía ayer Clara Garí, directora de la asociación Caos.

Una mirada al pasado marca el programa que se presentó ayer bajo el titulo Permanent Flux. El festival quiere rendir homenaje al movimiento artístico Fluxus que se desarrolló en la década de 1960 promoviendo la fusión y la mezcla de todas las disciplinas artísticas. La figura de Wolf Vostell (Leverkusen-1932, Berlín- 1998) y su instalación Sinfonía Fluxus para 40 aspiradoras centra este homenaje en el que también se incluye material sonoro y visual de Joseph Beuys, Yoko Ono y Lo Monte Young.

Si la visión hacia el pasado pasa por el eje Estados Unidos-Berlín que originó Fluxus, el escaparate hacia el futuro en el festival también se caracteriza por una fuerte presencia alemana y anglosajona. Peter Vogel y su Orquesta de la Sombra, Staalplaat Soundsystem, Lain Mott y Geoff Dugan pasarán en los próximos días por el CCCB, que amplía las actividades a través de la red con una selección de webs de centros, galerías y festivales de arte sonoro de todo el mundo en la dirección www.cccb.org. El británico Stanza profundizará en el arte interactivo y digital con soundtoys.net, proyecto que aglutina a 50 artistas internacionales alrededor de las posibilidades acústicas de la red.

La radio, el medio de comunicación sonoro por excelencia, cuenta también con una presencia destacada en la planta Mirador. Una selección de material perteneciente al archivo de Ràdio 4 de RNE sirve para investigar las posibilidades del lenguaje radiofónico, capaz de transmitir la realidad a través de los sonidos. Los barceloneses Fiftyfifty invitan al público a acudir con transistores al CCCB para participar en el concierto Walk in orchestra, cuya partitura se genera a partir de las producciones sonoras realizadas con un programa informático por los visitantes.

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