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Denunciado el vertido de miles de toneladas de orujo de aceituna en el Baix Ebre

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Tarragona ha presentado diligencias ante el juzgado de Tortosa contra el gerente de la cooperativa oleícola Soldebre de Tortosa, Josep Estrada, por un presunto delito contra el medio ambiente. La Guardia Civil responsabiliza a Estrada del vertido de entre 2.000 y 4.000 toneladas de orujo de aceituna en unos terrenos rústicos en Roquetes (Baix Ebre).

Seprona sostiene que varios camiones descargaron unos 12.000 metros cúbicos de este residuo que se genera tras la molturación de las aceitunas. Los vertidos podrían provenir de más de una cooperativa, según sospecha la misma Guardia Civil, que asegura haber constatado 'un posible riesgo de contaminación de las aguas subterráneas' al hallarse también el vertido cerca de un barranco.

Estrada ha reconocido sin ambages los hechos, aunque ha negado tajantemente el alcance de las acusaciones de la Guardia Civil. La finca privada donde se acumula el orujo, asegura, está debidamente compactada y reúne los niveles de impermeabilidad necesarios y los residuos no pueden generar filtraciones que afecten los acuíferos por su bajo índice de humedad. Su uso como fertilizante, añade Estrada, está en cantidades inferiores a los 30.000 kilos por hectárea.

Las acusaciones contra Soldebre han levantado la solidaridad de varias cooperativas de la zona que se han autoimputado como responsables de los vertidos. 'Es una situación normal, provisional y controlada', dijo el gerente de Soldebre que asegura que la Generalitat de Cataluña era conocedora de las intenciones manifiestas de las cooperativas de efectuar los vertidos.

El delegado de Medio Ambiente de la Generalitat en las comarcas del Ebro, Pere Vidal, lo niega, aunque reconoce que el problema ya 'está resuelto' desde hace tiempo con el compromiso de poner en marcha dentro de un mes y medio las piscinas de la central eléctrica que debe convertir el orujo en energía eléctrica. Éste sería el destino final del orujo que Soldebre acumula 'provisionalmente' en la finca de Roquetes.

El tratamiento del orujo es uno de los problemas al que tienen que hacer frente los productores de aceite de oliva en los inicios de una campaña en la que se prevé una cosecha excepcional. Sólo en las comarcas del Baix Ebre y el Montsià se prevé una cosecha de 80.000 toneladas de aceitunas, que generarán 60.000 toneladas de orujo.

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