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Máxima alerta por la peste porcina

Unió de Pagesos denuncia que se siguió moviendo ganado tras los primeros indicios de peste

Se extiende la alarma por el brote de peste porcina clásica localizado en Osona. El consejero de Agricultura, Josep Grau, advirtió ayer de que el brote puede extenderse en los próximos días. Miles de lechones procedentes de las granjas afectadas han llegado en las últimas semanas a explotaciones de Cataluña y de toda España. La Junta de Andalucía criticó ayer al Ejecutivo catalán por 'no haber actuado con la diligencia conveniente' y los grandes criadores catalanes, reunidos en la coordinadora Procarnia, reaccionaron con dureza contra el consejero de Agricultura, al que acusaron de 'criminalizarles', y rechazaron la pretensión de éste de implantar identificadores electrónicos en el ganado.

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Los ganaderos de Lleida, una de las provincias españolas con mayor censo de ganado porcino, viven con el corazón en un puño por el temor a que el virus de la peste porcina pueda estar incubándose de nuevo en alguna de sus explotaciones. La preocupación no es infundada, ya que se calcula que en las dos últimas semanas han entrado alrededor de 15.000 lechones procedentes de la zona de Osona, donde se han declarado oficialmente tres focos de peste.

Agricultura trata por todos los medios de impedir que la epidemia se extienda a las comarcas de Lleida cuando todavía no se han recuperado de las consecuencias económicas y sociales del último brote, que obligó a sacrificar más de 80.000 animales. Los técnicos han iniciado el rastreo de las granjas de engorde que han podido recibir cerdos de Osona, pero la tarea no resulta fácil porque el actual sistema de guías sanitarias que se utiliza para el transporte de ganado no es fiable. Fuentes del sector han señalado que han podido entrar cerdos en al menos 30 explotaciones de varias comarcas leridanas, aunque los primeros análisis de sangre realizados han descartado la presencia del virus. El sector ha exigido el sacrificio inmediato de todos los animales que hayan podido quedar con vida en los tres focos desde el pasado 1 de octubre. Toda la cabaña de porcino de Cataluña está inmovilizada con el fin de evitar la propagación de la enfermedad. La medida afecta a unos seis millones de animales, de los cuales la mitad están en Lleida.

20.000 animales sacrificados

El sacrificio de cerdos continuaba ayer en Osona. Hoy está previsto que finalice el de las 5.000 cabezas de ganado situadas en el radio de un kilómetro alrededor de las granjas Mas Raurell y La Perruca, con los que el número de cerdos sacrificados se situará en 20.000. Ayer la situación parecía estancada tras la confirmación de los tres focos en Osona y por el momento no hay ninguna sospecha más, según los veterinarios de la Asociación Técnica Sanitaria Assaporc, pese a que el periodo de incubación del virus de la peste porcina es de unos 15 días.

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Mientras tanto, todas las ramas vinculadas al sector porcino mantienen una posición de cautela, a la espera de que la crisis no se extienda, lo que podría ser muy perjudicial para un sector al que directa o indirectamente está vinculado el 10% de la población activa de Osona y que representa el 60% de la economía de la zona.

La desconfianza en el sector es grande ante las sospechas de irregularidades. Fuentes sindicales, que prefieren mantener el anonimato, aseguran que han observado movimientos extraños de ganado con los que quizá se intenta eludir los controles que los Mossos d'Esquadra han establecido, aunque un portavoz de la policía autonómica aseguró ayer que no han apreciado ningún indicio de que se intentara movilizar ganado en las zonas prohibidas. Los radios de protección y seguridad alrededor de las granjas donde han aparecido brotes de peste afectan a buena parte de los municipios de la comarca, en una zona delimitada por Seva, Torelló, Sant Bartomeu del Grau y Vilanova de Sau.

La reaparición de la peste tan sólo tres semanas después de que se considerara oficialmente erradicado el brote que surgió en Lleida a principios de verano ha abierto una crisis entre los principales sindicatos ganaderos y Agricultura, a la que se acusa de no haber actuado correctamente a partir del momento en que tuvo la primera sospecha, el pasado 28 de noviembre.

El consejero Grau calificó el lunes de 'irresponsables' a los productores que no han cumplido la normativa y arremetió contra los grandes productores. Estas acusaciones fueron contestadas ayer por Procarnia, la coordinadora que agrupa a las industrias de carne, las de piensos y los mataderos de Cataluña, que criticó 'el poco acierto' de Grau 'a la hora de acusar a las industrias, mataderos y productores sin ningún tipo de fundamento', y rechazó la nuevo sistema de control de los cerdos con un chip.

Los miembros de Procarnia se reunieron ayer en Vic y elaboraron un comunicado en el que rechazan la iniciativa del consejero de Agricultura, Josep Grau, de controlar el traslado de los cerdos con un chip electrónico, ante la evidencia de que el actual sistema de guías sanitarias permite vulnerar con facilidad la normativa. 'Esto no erradicará el actual brote de peste y no hace más que crear confusión', dice Procarnia. La asociación cree que Agricultura debería establecer protocolos 'y una comunicación clara y unificada para todo el mundo'. Asimismo asegura que como organización representante del sector cárnico, será la primera en pedir responsabilidades legales a todo aquel que no haya actuado correctamente, una vez que se establezca la responsabilidad del nuevo brote de la peste.

Por su parte, el Grupo Baucells, una de las principales empresas del sector porcino de Osona, calificó de 'absolutamente falso' que la Generalitat dispensara un trato de favor a los grandes grupos cuando se produjeron los primeros síntomas de peste porcina clásica en esta comarca. Según su director, Joan Baucells, los grandes grupos son los primeros interesados en que se haga 'una investigación seria'.

Grau apuntó el lunes como causa del brote en Osona que los grandes ganaderos y algunos mataderos no habían respetado las medidas preventivas.

Josep Puigpelat, responsable del porcino de Unió de Pagesos (UP), criticó ayer al gobierno catalán por no haber informado al sector del primer caso sospechoso para que tomara precauciones y por no adoptar las medidas con la celeridad que el problema requería. Puigpelat recordó que la orden que prohíbe el movimiento de animales no fue publicada hasta el pasado lunes, demora que ha podido contribuir a la propagación de la epidemia. 'El consejero Grau no podrá acusar a nadie de haber realizado movimientos ilegales de ganado porcino porque las prohibiciones no tienen efecto hasta que se publican en el Diari Oficial de la Generalitat', señaló.

Situación de riesgo

U defiende el nuevo sistema de control electrónico de los cerdos anunciado por Grau y denuncia que durante las dos semanas transcurridas desde el primer sacrificio preventivo en una granja hasta que se inmovilizó el ganado han salido de la zona de Osona unos 23.000 lechones, la mayoría de los cuales han ido a parar a comarcas de Lleida. Según el sindicato, estos movimientos entrañan una situación de riesgo de consecuencias imprevisibles puesto que el virus puede estar incubándose en granjas de otras provincias. El consejero se ha defendido de estas acusaciones diciendo que la actuación del departamento ha sido correcta. 'No hemos hecho ni haremos nada que no esté previsto en la normativa comunitaria', recalcó.

Grau, que no descarta que puedan aparecer nuevos focos en los próximos días, señaló que todavía se ignora el origen de la peste detectada en Osona y anunció que el próximo viernes podrá conocerse la secuencia del virus, lo que permitirá determinar cuál ha sido la vía de entrada de la enfermedad. Agricultura ha abierto una doble línea de investigación, que por primera vez incluye a los mataderos ubicados en las inmediaciones de los focos.

En una reunión celebrada en Madrid por directores generales de Agricultura de toda España, el responsable de Producción Agraria de la Generalitat, Xavier Coll, informó de que hasta ayer se habían sacrificado 15.000 animales por encontrarse en un radio de un kilómetro alrededor de la granja de la comarca de Osona donde aparecieron los brotes. Coll confía en que la prohibición del transporte de animales desde Cataluña no dure más de 15 días a partir del 6 de diciembre, puesto que tendría una importante repercusión económica, y aseguró que se está estudiando la solución para los mataderos que están dentro de las zonas inmovilizadas.

La Generalitat ha prohibido la recogida de cadáveres de porcino en la provincia de Barcelona, por lo que las explotaciones tendrán que enterrarlos de forma excepcional. El Ejecutivo catalán ha pedido a los mataderos que pueden mantener su actividad que extremen las medidas de limpieza y desinfección de los camiones.

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