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El Parlament veta la pretensión de 23 diputados de abolir las sesiones secretas

Enric Company

La Mesa del Parlament ha rechazado esta semana una petición formulada por 23 diputados del Grupo Socialista-Ciutadans pel Canvi, que reclamaban que deje de haber sesiones secretas en la Cámara. El acuerdo adoptado por la Mesa desestima los precedentes esgrimidos por los diputados para suspender temporalmente el artículo del reglamento que prevé las sesiones secretas y subraya que el objetivo de la Mesa es 'cumplir y hacer cumplir el reglamento'. Pese a ello, los 23 diputados tienen la intención de reactivar su demanda en los próximos días y se dirigirán a todos los grupos parlamentarios para buscar apoyo.

Los diputados argumentan que la 'insuficiente accesibilidad' de los ciudadanos a las deliberaciones políticas son causa de desafección a las instituciones. Y que esa desafección puede convertirse en desconfianza si existen mecanismos legales que les quitan transparencia.

La petición fue promovida por cuatro diputados de Ciutadans pel Canvi, que son sus primeros firmantes: Àlex Masllorens, Josep Maria Vallès, Joan Surroca y Teresa Serra. El objetivo fundacional de Ciutadans pel Canvi, la plataforma aliada al Partit dels Socialistes (PSC), es facilitar la participación política y de ahí que sus integrantes tomaran esta iniciativa. Para su sensibilidad es particularmente chocante que los presupuestos del propio Parlament sean aprobados en una sesión secreta de la Cámara.

Presupuesto para 2002

En la petición que presentaron a la Mesa, estos diputados argumentaban que 'sólo circunstancias de tipo excepcional relacionadas con la dignidad de las personas o con la seguridad pública pueden justificar actuaciones secretas de las instituciones'. Éste no es el caso, sostienen, de la presentación y liquidación del presupuesto anual del Parlament. No se trata de un asunto baladí. El presupuesto del Parlament para el ejercio de 2002 asciende a la respetable cantidad de 5.489 millones de pesetas (32.992.599,53 euros).

El secreto de estas deliberaciones deriva del artículo 60 del reglamento del Parlament. Por esta razón, los diputados querían que mientras no se lleve a cabo la prevista reforma del citado reglamento, su aplicación quedara en suspenso, pero la Mesa ha vetado su pretensión.

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Masllorens aseguró ayer que los firmantes volverán a plantear esta demanda, aunque acudirán a todos los grupos parlamentarios para tratar de impulsar una iniciativa conjunta. El diputado del Grupo Socialista-Ciutadans pel Canvi justificó que la propuesta inicial estuviera firmada por menos de la mitad de los diputados de su grupo por la 'urgencia' con que se presentó, coincidiendo precisamente con la sesión secreta en que se aprobaron las cuentas de la Cámara.

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