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GUERRA CONTRA EL TERRORISMO

Los talibanes admiten ahora su voluntad de negociar la paz

Los integristas rechazan una rendición sin condiciones en Kandahar

Francisco Peregil

Por primera vez en las dos semanas que lleva compareciendo ante la prensa, Sheerzai Nayibul, encargado de asuntos fronterizos de los talibanes, reconoció ayer que su Gobierno tiene voluntad de negociar. 'Queremos negociar, pero la otra parte pide demasiado', declaró en el puesto fronterizo de Chamán, en Pakistán. 'Piden que nos rindamos sin condiciones y que entreguemos las armas. Por eso, por ahora no hay negociaciones'.

Naybul declaró que el pueblo afgano de Spin Boldak, clave para controlar la carretera desde la ciudad paquistaní de Chamán a Kandahar, continuaba plenamente bajo control de los talibanes, extremo que confirmó todo el que iba llegando de Afganistán.

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Un próspero comerciante de Chamán, que prefiere permanecer en el anonimato, comentó a este diario que las autoridades talibanes mantuvieron ayer dos reuniones: una en Spin Boldak con jefes tribales pastunes, y otra en Chamán, con comerciantes de la zona. 'Les hemos pedido a los talibanes', señaló el comerciante, 'que se rindan de una vez por todas porque el perjuicio que nos está causando esta situación es tremendo. Nosotros vivimos de la importación y a un compañero le robaron, hace unos días, 16 coches que traía desde el norte de Afganistán para vender en Pakistán. ¿A quién le pide cuentas ahora del robo?'

Cuando Nayibul concluyó ayer sus declaraciones a los periodistas, en vez de volverse con su coche blanco desvencijado hacia el pueblo afgano de Spin Boldak, como suele hacer, continuó en dirección a Pakistán, lo que hizo pensar en la posibilidad de que se dirigiera a Quetta para negociar con jefes pastunes.

Presencia de 'marines'

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El día de ayer parecía otro día más en la frontera. Pero algo en el aire indicaba que no se trataba de una simple jornada más. El día amaneció con las grandes cadenas de televisión norteamericana anunciando que 2.000 marines habían tomado el aeropuerto de Kandahar.

Sin embargo, era la propia CNN la que informaba a lo largo de la mañana de que sus empleados afganos en Kandahar habían comprobado in situ que el aeropuerto continúa bajo control de los talibanes. 'Tal vez los marines se encuentran en la provincia de Kandahar, pero no en un punto tan próximo al aeropuerto', aventuraba un periodista de la cadena.

El afgano Mohamed Daod, quien venía de Kandahar y aseguró que la ciudad había sufrido bombardeos durante la noche, declaró respecto de la noticia de los marines: 'Me parece estupendo que los americanos se hayan decidido por fin a bajar a tierra. Así podremos luchar cara a cara'.

En la frontera afgano-paquistaní de Chamán había versiones para todos los gustos. Unos afganos decían que habían visto americanos en el camino hacia Pakistán y otros que no. Sin embargo, la mayoría de los comerciantes coincidía en señalar que la carretera desde Chamán a Kandahar había sido cortada por los soldados del jefe tribal pastún Gul Agal en el pueblo de Takhtapul, a unos 50 kilómetros de Chamán y a unos 45 de Kandahar. 'Vengo de Kandahar y he tenido que dejar la carretera a un lado en el pueblo de Takhtapul y caminar por las montañas durante un buen trecho', declaró el comerciante Mohamad Sadiq, que cargaba un saco a la espalda.

Un grupo de habitantes de Kunduz rodea el cadáver de un talibán.
Un grupo de habitantes de Kunduz rodea el cadáver de un talibán.AP

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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