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Los socialistas del norte de España apoyan el federalismo de Maragall

El PSOE prepara en Zaragoza las elecciones autonómicas de 2003

Los socialistas de todas las comunidades del norte de España abrieron ayer en Zaragoza, con su convención de cargos públicos, el primero de los actos del PSOE en su carrera hacia las elecciones autonómicas y municipales de 2003. Y lo hicieron apostando por un nuevo modelo de partido y de sociedad -contrapuesto a la política centralista del PP, de clara regresión autonómica-, basado en las diferencias territoriales y en la configuración de un Estado federal. Los socialistas de Aragón, en su nueva etapa, han sido firmes defensores de las tesis del líder de los socialistas catalanes, y de hecho Maragall fue ayer el político más aplaudido.

La convención contó con la plana mayor del socialismo del norte de España y con la presencia de Manuel Chaves, presidente del PSOE; Álvaro Cuesta, responsable de política municipal; Bárbara Dürkoph, eurodiputada y representante de los socialistas vascos; Pasqual Maragall, presidente del PSC, y los de La Rioja, Cantabria y Navarra.

El acto de ayer -en el que los socialistas aragoneses estrenaron nuevo logotipo y por primera vez un lema claramente autonómico: Aragón es lo primero- fue una clara apuesta por la reforma constitucional que convierta el Senado en la auténtica Cámara autónoma. Lo dijo Manuel Chaves: 'El PP no se cree el Estado de las autonomías, no se fía de ellas. No es cierto que en nuestro partido no haya criterio unitario, lo que ocurre es que frente al fundamentalismo del PP contraponemos la pluralidad que enriquece al Estado'.

El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, recordó que el PP prometió reformar el Senado en su primera etapa: 'De eso han pasado a la inversión autonómica que estamos sufriendo. Hemos pasado de la España plural, confiada y con ilusión, a la España en blanco y negro y otra vez centralista de la tradición de la anterior etapa de la dictadura'. Iglesias reprochó al Partido Popular su empeño en transmitir que 'la autonomía y la pluralidad son algo peligroso, y eso no es así, es todo lo contrario'. A juicio de Iglesias, los éxitos de la democracia son la consolidación de la libertad, la entrada en Europa y la puesta en marcha del Estado de las autonomías.

Pero sin duda el orador más aplaudido fue Pasqual Maragall, quien hizo una encendida defensa de la necesidad de articular un Estado formado por diferentes piezas, pero que caminen juntas. El líder de los socialistas catalanes, que cuenta con el apoyo del presidente aragonés, reivindicó las tesis de Ernest Lluch, siempre empeñado en demostrar que la unión de Aragón y Cataluña hace fuerte al Estado.

Entre fuertes aplausos, Maragall criticó el empeño en separar a catalanes y aragoneses: 'Estamos juntos con Marcelino y con todos vosotros, y todo el socialismo aragonés está junto al catalán porque somos conscientes de que construiremos la España libre y plural que soñaron nuestros abuelos. No esa España estreñida que tenemos ahora'. El líder del PSC se deshizo en elogios a su homólogo aragonés, de quien dijo que 'si no existiera, habría que inventarlo'.

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Maragall se refirió a la construcción del proyecto que soñó la República 'tímidamente'; de la etapa de republicanismo monárquico 'en cuya transición estamos desde la Monarquía constitucional a lo que la República quiso y lo que la España mejor del XIX y el XX quiso y no logró'.

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