El PP se aísla del resto de partidos al consumar su pacto con los ex ediles del GIL en Estepona
La elección de la popular Rosa Díaz provoca una fractura de su partido con PSOE, IU y PA
El PP se hizo ayer con la alcaldía de Estepona (Málaga) y consumó su salida del gobierno de coalición que las cuatro fuerzas políticas del Parlamento de Andalucía habían formado en 1999 para desplazar de este Ayuntamiento a Jesús Gil Marín, que gobernó la ciudad con mayoría absoluta desde 1995. Ayer, en una tensa sesión plenaria, triunfó la moción de censura presentada por los cuatro concejales del PP y siete de los nueve ex ediles del GIL. La elección de Rosa Díaz ha provocado una seria fractura de los populares con el PSOE, IU y PA en la provincia de Málaga.
La moción proponía para la alcaldía a la popular Rosa Díaz, la segunda candidata de la tercera lista más votada en 1999. Se pronunciaron en contra los seis concejales socialistas, el de Izquierda Unida y el del Partido Andalucista, y se abstuvieron los otros dos concejales ex gilistas. La ruptura de este gobierno de coalición, que los socialistas consideraban un 'frente constitucional' contra el fenómeno del GIL, ha provocado una enorme fractura entre socialistas y populares. El presidente provincial del PP, Joaquín Ramírez, no asistió a la moción de censura, mientras del lado socialista estuvo en el acto la plana mayor de su dirección provincial, numerosos parlamentarios nacionales y regionales, y varios alcaldes de la provincia.
En la sesión de ayer, el blanco de las críticas de la mayoría saliente fue el portavoz popular y presidente local Manuel Sánchez Bracho, a quien el representante de Izquierda Unida, Antonio Murcia, recordó su presencia en 'los últimos ayuntamientos de la dictadura' y cómo desde entonces hasta ahora 'siempre ha sido un hombre de conflicto y de confrontación'. Sánchez Bracho -entre gritos de 'traidor', 'chorizo' y 'mentiroso' de buena parte del público- justificó la presentación de la moción de censura, entre otras cosas, por la 'deuda insoportable' de la Hacienda municipal y 'la incapacidad de Urbanismo para traer inversiones a Estepona'. El portavoz socialista, Francisco Zamorano, le recordó que 'no ha habido en dos años de gobierno de coalición ni una sola ruptura del voto' y lamentó 'la vuelta atrás que supone esta abducción del PP por parte del GIL que ha terminado con el pacto por la democracia en Estepona'. Zamorano detalló la reducción de la deuda recibida de la época de Gil Marín y la eliminación de los préstamos a corto plazo y precisó: 'Cuando llegamos al Ayuntamiento había en caja unos 40 millones y lo dejamos con 853'.
El alcalde saliente, Antonio Barrientos (PSOE), fue elegido el 21 de abril de 2001, tras la dimisión del también socialista Antonio Caba por estar imputado en un caso de blanqueo de dinero. La desestabilización del Ayuntamiento esteponero comenzó con la dimisión de Caba el 11 de abril. El día antes de la elección del nuevo alcalde, el día 20, Jesús Gil Marín dimitió como concejal de la oposición y sus antiguos colaboradores pasaron al grupo mixto.
Los siete concejales del Grupo Independiente Liberal (GIL) que ahora han pasado a formar parte de la nueva mayoría pidieron su ingreso en el PP el pasado 31 de octubre, el mismo día en que firmaron la moción, aunque su portavoz anunció ayer que mantendrán su presencia en el grupo mixto. Cuatro de ellos están imputados en alguna de las tres causas penales abiertas contra Gil Marín y su equipo de gobierno.
Congreso popular en La LíneaPor otra parte, la integración de los antiguos concejales del GIL en las filas del partido, impuesta por la dirección, ha provocado una seria división interna en el PP de La Línea. En la noche del viernes, sólo cuatro votos, 99 contra 95 y 17 abstenciones, separaron al candidato del sector oficialista, Eloy García Moreno, de su único adversario en el décimo congreso local, informa Cándido Romaguera. Como primera reacción, el alcalde, Juan Carlos Juárez, procedente del GIL, retiró de las delegaciones de Fomento y Comercio a los concejales que habían criticado la inclusión de su grupo, Javier Sánchez Holgado -candidato perdedor a la presidencia local- y María José Tirado.
La presidenta del PP de Cádiz,María José García Pelayo, insistió al final del congreso en que 'el objetivo debe ser claro en La Línea, debemos profundizar en la unidad del partido para que Juan Carlos Juárez siga siendo alcalde, ya que tenemos el mejor alcalde que pueda tener esta ciudad'.
Juárez, una vez consumada la integración de los ex concejales del GIL con la celebración de este décimo congreso local del PP, manifestó que 'ha sido el final de un proceso, que ha terminado con algunos coletazos por algún que otro desencuentro'.
