_
_
_
_
_
Crítica:DANZA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Usos y costumbres

El nuevo programa ideado por Segovia y Ruiz pone de manifiesto los peligros que trae consigo el arar sobre los propios cultivos. La estilización del folclore tiene sus reglas, que no admiten el que las danzas sean manipuladas a placer. Otra cosa es inspirarse libremente en ellas, que no es este caso. En anteriores ocasiones, estos artesanos, bien instruidos en las tradiciones, hicieron algunos números de interés, pero esta vez han ido demasiado lejos. El producto es mimético a sus anteriores hallazgos, pero no se reconocen ya los estilos, y el abusivo papel de la música unifica absurdamente sones y ritmos de muy diversa procedencia. A veces hay unas poses que recuerdan la Escuela Bolera, en otras ocasiones hay frases de jotas; incluso una danza de varas, tan sofisticada, que incluye evoluciones balletísticas, otro despropósito estéticamente hablando.

Ibérica de Danza

La memoria del olvido. Coreografías: Manuel Segovia, Violeta Ruiz, María José Ruiz y Diana San Andrés; música: La Musgaña, Eliseo Parra, Javier Paxariño y otros; vestuario: Violeta Ruiz. Festival de Otoño. Teatro de Madrid. 3 de noviembre.

El problema es que estas coreografías no son ni una cosa ni la otra: son confusas. Las instrumentaciones, a veces de raras sonoridades ajenas, completan el galimatías escénico, con combinaciones imposibles entre el saxofón y el chequeré afrocubano, a los que no veo relación con el txistu ni con ningún flolclore peninsular. Paxariño tiraniza el espectáculo y lo hace demasiado largo y reiterativo con la clara intención de su lucimiento individual como instrumentista, cuanto que, en este caso, la música es el complemento, indispensable sí, pero en su sitio, en su justa proporción.

El uso de textos tampoco ayuda. Es innecesario. El baile debe valerse por sí mismo y decir lo que tenga que decir con el movimiento. El vestuario tampoco acierta; es una especie de aglomeración de elementos de distinta índole, algunos orientalistas, otros apegados a figurines populares, o con una idea algo errática de la cortesanía tardorrenacentista.

Se piensa con preocupación en lo prometedoras que fueron las anteriores obras de estos creadores, y cómo la suficiencia de medios de producción ha hecho el efecto menos deseado sobre el producto final.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_