Entre una ley buena y la realidad
Las reclamaciones sociales a la Administración nacen y se ramifican en paralelo al aumento del bienestar de las comunidadades. Así, el caso del chaval sevillano de 15 años al que su madre, Luisa Palomino, y su abogado, José Antonio Bosch, quieren que lo encierren porque no tiene fuerzas para evitar que se convierta en un drogadicto y un delincuente es uno de los primerísimos sobre un nuevo campo que reclama soluciones de los poderes públicos. El chaval tiene previsto hoy un juicio por hurto y es más que probable que vuelva al Bahía de Cádiz, el centro del que acaba de salir, durante otros tres meses.
Bosch argumenta que la ley del Menor, de 1998, en el artículo 24, fija que la Administración se hará cargo de la guarda de los menores 'cuando quienes tienen potestad sobre el menor, justificando no poder atenderlo por enfermedad u otras circunstancias graves, o cuando así lo acuerde el juez'. El consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, aseguró que la Junta no se podía hacer cargo de la 'tutela'.
La Junta llegó a pedir la unión de todas las causas contra el menor en una vista para conseguir una condena lo suficiente larga como para poder trabajar en la rehabilitación del chaval. La Fiscalía rechazó lo primero, pero se comprometió a intentar que los juicios sean pronto y sucesivamente.
El fiscal jefe de Sevilla, Alfredo Flores, cree que este tipo de situaciones van a llegar con mayor asiduidad a los poderes públicos y se congratula de que la rapidez de la justicia haya jugado a favor de este caso. Asuntos Sociales comparte el mismo espíritu y se habla de buscar soluciones integradoras. Si este joven vive una buena vida después de todo esto, este caso será ejemplo de la gran labor social que la Administración puede hacer. De momento, los más probable es que mañana le condenen. Y por una vez suena bien decir, 'Por su bien'.
