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Reportaje:

Un simulacro en tiempos de psicosis

Nueva York y la fábrica de Toulouse pusieron tensión a un test de seguridad de los tanques de hidrocarburos del puerto

La psicosis de atentado es tan elevada que los responsables del simulacro que debía demostrar la capacidad del Puerto de Barcelona para resolver un incendio en un tanque de combustibles de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) suprimieron la columna de humo de 50 metros que tenían prevista para añadir realismo al ejercicio. Se evitó así la alarma entre los ciudadanos. Bomberos, personal sanitario y policía trataron de convencer a los asistentes de que pueden atajar una emergencia similar. La prueba demostró que la evacuación de los supuestos heridos no se hizo con la celeridad esperada. El público se encogía cada vez que un avión sobrevolaba los alrededores.

En poco tiempo el muelle de combustibles quedó sellado y las mangas, escaleras y ambulancias evolucionaban como en un ballet. La crisis estaba bajo teórico control en unos 45 minutos. La escenificación se incluía en los actos del salón Preventia, que durante esta semana ha reunido a los profesionales del seguro en Barcelona.

El puerto de Barcelona tiene un tráfico anual de mercancías de 28,5 millones de toneladas; de ellas, 1,3 millones son contenedores. Toda esa inmensa masa llega en 9.000 escalas anuales de barcos mercantes. Además pasan por el puerto 1,4 millones de pasajeros, de los que entre 500.000 y 600.000 son turistas de cruceros por el Mediterráneo. Del total de las mercancías, el puerto de Barcelona recibe 7 millones de toneladas de hidrocarburos (gasolinas, gasóleo y gases) y 1,4 millones de toneladas de graneles cuya manipulación supone un peligro. Por ejemplo, los derivados de la soja, que ha producido en alguna ocasión nubes tóxicas que han afectado a la población barcelonesa. En total, por tanto, el puerto recibe 8,4 millones de toneladas de mercancías de riesgo (el 30% del total). El responsable de seguridad del puerto, Xavier Solé, explicó que 'todas esas mercancías peligrosas son manipuladas en instalaciones especiales fijas y por personal especializado'. Solé explicó también que el Puerto de Barcelona prevé doblar sus instalaciones terrestres y marítimas en el año 2011 con 24 kilómetros de líneas de atraque y una nueva bocana que segregará los tráficos de embarcaciones.

Poco antes del grave siniestro simulado, los técnicos abordaron este tipo de emergencias convencidos de que 'los atentados del 11 de septiembre van a cambiar los parámetros de los profesionales que evalúan riesgos y planes de emergencia', como sostuvo José Maria Vilamajó, presidente del Colegio de Detectives de Cataluña y experto en investigaciones sobre siniestros.

Ildefonso Mulas, director de reaseguros de Musini, la principal aseguradora de riesgos industriales de España, se mostró convencido de que el sector del seguro y el reaseguro internacional 'va a dar la talla' con lo asegurado y destruido por los atentados en Nueva York y Washington. Las pérdidas para el sector asegurador se calculan en 18 billones de pesetas y han afectado a una compañía española: Mapfre.

'No sé qué pasará mañana, pero hoy estamos asegurando buques que circulan por las zonas de riesgo próximas a Afganistán e incluso hacemos seguros a personas que están dentro del país', afirmó Mulas.

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El técnico destacó también el papel de los pequeños equipos de prevención de las empresas para atender catástrofes no provocadas y añadió: 'Aunque no se conozca mucho, un pequeño equipo de seis personas consiguió apagar un incendio en una refinería que hubiera podido volar Puertollano entero'. Mulas dijo que los mecanismos de reaseguro permiten un reparto del riesgo de las compañías aseguradoras y las de reaseguro. 'Estos reaseguros permitieron en un caso reciente de incendio de un petrolero en España' pagar en 60 días el 80% de los 12.000 millones asegurados.

José Luis Heras, gerente del pool español de riegos medioambientales, explicó que las consecuencias medioambientales del incendio y la posterior extinción de éste (filtraciones de agua contaminada) tras la explosión de la fábrica de fertilizantes AZF de Toulouse (Francia) -que acabó con la vida de 30 personas el pasado 21 de septiembre- superan los 10 millones de euros (1.660 millones de pesetas) asegurados por el pool de seguros medioambientales de Francia.

Los equipos se seguridad trabajan en la extinción ficticia de un tanque de combustible en Can Tunis.
Los equipos se seguridad trabajan en la extinción ficticia de un tanque de combustible en Can Tunis.TEJEDERAS

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