El discurso televisado de Bin Laden fascinó a muchos musulmanes, pero asustó a otros

El discurso de Osama Bin Laden televisado a todo el mundo el domingo pasado fascinó a muchos musulmanes con su imaginería religiosa e histórica, una poderosa combinación que ha magnificado su presencia ante la gente que quiere verle como un heroico portavoz que defiende a los débiles frente a los fuertes. En el discurso, grabado y emitido por la cadena de noticias vía satélite de Qatar Al Yazira y repetido hasta la saciedad por la CNN y otras cadenas, el exiliado saudí expone la historia de los musulmanes y da rienda suelta a una larga letanía de reivindicaciones del mundo árabe.

Un Bin Laden sorprendentemente calmado, muy educado y con buena salud resumió lo que él estimó como 80 años de humillación para el pueblo islámico. 'Lo que América siente hoy es sólo una pequeña muestra de lo que nosotros hemos sentido', dijo. Con su rifle al lado y en lo que parecía ser una cueva, Bin Laden evocó las raíces del islam. Habló de espadas, caballos y del enemigo infiel. Su lenguaje recordaba el furioso contenido de ciertos pasajes del Corán donde Dios promete a los musulmanes que triunfarán sobre los no creyentes y sobre los hipócritas que sólo pretenden aceptar el islam.

'El modo en el que hablaba, su tono y su voz calmada, su vocabulario y su lógica, era todo muy carismático', asegura Doaa Mustafa, un estudiante de literatura arábiga en la Universidad de El Cairo. 'Es muy convincente. Ha sido la primera vez que le he visto en televisión y tuve claro que no es un terrorista. Sentí que su fin es proteger al islam, nada más que eso'.

Bin Laden aludió a los años de bombardeos estadounidenses sobre Irak y a las imágenes de los tanques israelíes entrando en los pueblos palestinos. Fue entonces cuando lanzó otro agravio: 'No hemos oído a nadie levantar su voz contra todo esto'.

Pero mientras que Bin Laden impresionó a muchos de sus telespectadores, asustó a otros tantos con su visión de una guerra apocalíptica entre musulmanes y no musulmanes. 'Preferiría que dejara de usar la violencia y negociara antes de seguir matando. Estamos de acuerdo con él en sus puntos de vista pero no en sus métodos', relataba otro estudiante.