Zaplana da por concluida la pelea identitaria

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, dio ayer por concluidas las disputas sobre las señas identitarias de los valencianos. En el discurso oficial de los actos del Nou d'Octubre, el jefe del Consell aseguró: 'Hoy desde el sosiego, y desde la confianza en sí mismo, nuestro pueblo sabe que ya no hay vuelta atrás en ese proceso, que nada será como antes. Porque ha conocido el final de unas polémicas largas. Ha visto como van enmudenciendo voces que chirrian y que se han visto superadas por el silencio firme y sereno de la razón y de la concordia'. Para el presidente valenciano, en este primer Nou d'Octubre del nuevo siglo y del nuevo milenio, 'nos hemos unido en torno a unas señas de identidad que nos definen a todos y que reconocemos como propias'.

Según Eduardo Zaplana, a las cotas de autogobierno que quedan por alcanzar en el régimen estatutario valenciano se podrá llegar 'sin traumatismos'. El presidente de la Generalitat indicó que en este nuevo escenario se ha alcanzado 'un hito fundamental al constituir mediante consenso la Acadèmia Valenciana de la Llengua que, con su trabajo en pro del fortalecimiento del valenciano, dejará encerrada en las páginas de la historia tantas disputas'. 'Dejamos atrás con sus recuerdos a los que sigan empeñados en ello. Hoy debemos poner nuestra mirada en los nuevos retos que nos plantea la sociedad del siglo XXI', sentenció el responsable del Consell.

El jefe del Ejecutivo valenciano resumió someramente y con su propia perspectiva la historia de la conmemoración del Nou d'Octubre para concluir: 'Somos parte de ese gran conjunto de pueblos, pero a la vez no renunciamos a nuestra dimensión mediterránea, a nuestra definición identitaria. Al contrario, nos fortalecemos en ella porque no estamos dispuestos a dejar de ser dueños de nuestro futuro nuevamente'.

Una reivindicación que unió a la convicción en la defensa de la paz y la libertad. Eduardo Zaplana recordó que desde la tribuna que ostenta el presidente de la Generalitat se había clamado contra el terrorismo de ETA y ahora la levantaba contra 'los terribles acontecimientos del 11 de septiembre'.

'Somos plenamente conscientes de que vivimos en una sociedad global, en la que nadie puede aspirar a una posición de aislamiento', prosiguió Zaplana, 'pero la globalización no nos reclama olvidarnos de nuestras propias raíces. Por el contrario, continuaremos en el empeño de seguir profundizando en nuestra singularidad, de seguir perfilando nuestra silueta en el mundo, porque ésta es, justamente, nuestra aportación más importante a la paz y al servicio de la humanidad'. 'Somos más útiles al futuro de los demás existiendo como pueblo que desapareciendo en el magma de la despersonalización', sentenció la primera autoridad de la Comunidad Valenciana.

Zaplana argumentó: 'Convocar a cuatro millones de ciudadanos que componemos esta apasionante aventura que es nuestra Comunidad a mantener nuestra esencia aunque pueda parecer un ejercicio a contracorriente, se hace hoy más necesario que nunca, porque las voces con personalidad aportan mucho más al concierto internacional. Valencianos en España, europeos en el mundo. Ser nosotros y ser con los otros. Ese es nuestro reto'.

Para el dirigente autonómico, 'el Nou d'Octubre ya no agotará más su mirada en el pasado, sino que volverá su reivindicación hacia el futuro. Será el recuerdo de una época que ya es historia y el antecedente de otra nueva que está naciendo, y en la que queremos entrar todos juntos, sin exclusiones, con paso seguro y sin sobresaltos'.

La oposición valoró el discurso del presidente de la Generalitat como un síntoma de agotamiento del proyecto popular para la Comunidad Valenciana.

El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, calificó la intervención de Eduardo Zaplana como 'la expresión clara de la decadencia de una etapa' y 'una manipulación histórica bastante considerable'.

Joan Ignasi Pla criticó al dirigente popular porque 'si de verdad hubiera una voluntad clara de avanzar en ese mayor autogobierno [del que habla] y en esa mayor capacidad de decidir por nosotros mismos, [Zaplana] se tomaría en serio el tema. Ha habido una referencia muy breve y con poca perspectiva de que sea llevada a una propuesta [concreta] que es lo que esperamos muchos valencianos'.

Según el dirigente socialista, el discurso fue 'decepcionante', aunque reconoció que el presidente de la Generalitat habló por primera vez de la crisis de nuestro entorno. 'El discurso refleja poca vitalidad y poca ambición', continuó Pla, 'me da la impresión de que en la primera parte hay una manipulación histórica bastante considerable y, sinceramente, creo que es la expresión clara de la decadencia de una etapa y de la poca capacidad de transmitir al pueblo valenciano'.

Pla tampoco salvó la segunda parte del discurso de Eduardo Zaplana de la que señaló: 'En la parte final de esa pequeña historia que se ha inventado el presidente ha habido muy pocas referencias al nuevo impulso que esta Comunidad necesita para mejorar su autogobierno, mejorar su capacidad de decidir y mejorar, por tanto, su capacidad para definir escenarios en un mundo tan complejo como éste'.

Oposición parlamentaria

Por su parte, el coordinador general de Esquerra Unida, Joan Ribó, afirmó que el discurso del presidente de la Generalitat era 'una renuncia clara' a reformar el Estatuto de Autonomía. Ribó tachó de 'muy descarado' el modo en el que Eduardo Zaplana escribió la historia de la transición y criticó 'muy duramente' que el presidente de la Generalitat hubiese 'cerrado oficialmente cualquier proceso de reforma' estaturia.

Joan Ribó también calificó de 'muy significativa' la ausencia de referencias a la recesión económica y lamentó que Zaplana hubiese intentado transmitir la idea de que la Comunidad es indemne a cualquier recisión y no se prevean medidas para parar un retroceso económico. El dirigente de Esquerra Unida también indicó que su partido no comparte los planteamientos del PP sobre el ataque a Estados Unidos.