Se ha muerto un artista
Hoy día, cuando con tanta facilidad la palabra artista se aplica a cualquier indocumentado, ha muerto un hombre que sí merecía con todos los honores ese nombre.
Se llamaba y se llama Silvio Fernández Melgarejo y cayó en este mundo el día antes de una de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, en 1945. Era un artista de artistas, porque sólo los artistas buenos sabían hasta qué punto él era el mejor. Tenía un cuarterón gitano, aunque él siempre prefirió a los negros.
Silvio, su nombre, significa silvestre, salvaje, no domesticado. Y eso fue Silvio, ni dios ni el diablo pudieron con él. Dijo en una ocasión que 'la verdad, si no tiene gracia, a nadie le interesa'. Era más filósofo que músico.
Silvio fue un hombre que hizo suya la frase de un filósofo rumano llamado Cioran: 'Uno no está libre ni del éxito'.