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Gran Premio de Portugal | MOTOCICLISMO

Zarpazo de Rossi, disgusto para Crivillé

Muy diferente del prometedor presente de 125 es la vida de los pilotos españoles en 500. Pese a la decente cuarta posición de Carlos Checa, la de ayer fue otra jornada de decepción. La mala suerte nunca se acaba y afecta sobre todo a Àlex Crivillé (Honda). Nadie sabe ya qué más le puede pasar. Desde que fue campeón del mundo en 1999, sólo en contadas ocasiones se ha librado del maleficio que le persigue. Ayer no es que las cosas se le presentaran muy bien en Estoril, no parecía que pudiera tener una actuación brillante, pero lo que no se esperaba era que el noi de Seva amaneciera con una migraña aguda que ya le impidió participar en el último ensayo matinal. Sin embargo, una vez hecho el esfuerzo de tomar la salida en la carrera, una caída múltiple en la primera curva le sacó fuera de la pista y le relegó a las últimas posiciones, hasta que prefirió abandonar.

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Crivillé, después de un fin de semana de intensas conversaciones para definir su futuro fuera de Honda, con negociaciones serias con la fábrica Aprilia y con el equipo Yamaha privado dirigido por el expiloto Luis D'Antín, acabó de nuevo lamentando su infortunio. También Sete Gibernau (Suzuki) tuvo que retirarse, víctima de la montonera inicial, mientras que Checa hizo una carrera regular, en el segundo pelotón, aunque sin mezclarse en la lucha por el podio. El piloto de Sant Fruitós estuvo igualmente involucrado en el incidente del principio y por eso se vio alejado de la cabeza. Después ya no tuvo tiempo de recuperarse. José Luis Cardoso (Yamaha), por su parte, se clasificó décimo. 'La primera vuelta ha sido auténticamente de locos', convino Checa. 'Roberts me ha llegado a tocar con su moto y todavía tengo la marca del neumático en mi mono de cuero. No puedo decir que esté contento de que le pasara lo que les pasó a Abe y al resto, pero está claro que me benefició', admitió Checa.

La carrera de la categoría reina en Estoril volvió a convertirse en un asunto italiano. El desenlace esta vez favoreció claramente a Valentino Rossi (Honda), que consiguió su séptimo triunfo de la temporada y se benefició de la caída de Max Biaggi (Yamaha) para aumentar su ventaja al frente del Mundial. Aunque el piloto romano se levantó del suelo para acabar quinto, son 43 los puntos de diferencia. Segundo fue Loris Capirossi (Honda), incapaz de superar a Rossi a pesar de acecharle durante casi toda la carrera, y tercero fue el australiano Garry McCoy (Yamaha).

Rossi se mostró siempre dominador. Los tres italianos escaparon a la caída de la primera curva que provocó la retirada de cinco pilotos (Crivillé, Gibernau, los japonenses Tohru Ukawa y Norick Abe y el brasileño Alex Barros) y enseguida se marcharon del resto del grupo. El líder del campeonato fue tensando la cuerda poco a poco hasta que Biaggi se rindió y se quedó atrás. Más tarde, cuando parecía contentarse con el tercer lugar, cometió un error que le puede costar caro. Capirossi, por su parte, tampoco pudo amenazar a Rossi y éste se vuelve a destacar en el Mundial. 'Ha sido una victoria muy importante para el campeonato porque le he sacado algunos puntos más a Biaggi. Pero', avisó el líder, 'yo sigo pensando en cada gran premio porque aún hay muchos puntos por repartir'.

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