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La Junta dará un millón de pesetas por contrato a las empresas que recoloquen empleados de Boliden

Los trabajadores, escépticos, retrasan posibles movilizaciones hasta reunirse el lunes con Empleo

La Junta de Andalucía presentó ayer las medidas económicas y sociales que va a poner en marcha para hacer frente al conflicto creado tras la presentación del expediente de despido de los 425 empleados de la empresa minera Boliden Apirsa. Entre otras actuaciones, José Antonio Viera, consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico, anunció que el Gobierno andaluz incentivará con un millón de pesetas, por contrato, a las empresas que recoloquen a los trabajadores de la mina de Aznalcóllar. Los empleados, reunidos en asamblea, se mostraron escépticos ante las iniciativas de la Junta, pero no convocarán movilizaciones hasta reunirse el lunes con representantes de la Consejería.

Viera se mostró ayer optimista sobre las posibilidades de afrontar el cierre de Boliden sin pérdidas de empleo ni de renta, pero advirtió de que para conseguirlo es indispensable que el Gobierno central y la Junta trabajen de la mano. De momento, Viera espera que el lunes quede creada una comisión de trabajo entre ambas administraciones.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, aseguró ayer que el Ejecutivo está dispuesto a colaborar si la Junta presenta un plan se diversificación laboral para la zona de Aznalcóllar.

El Gobierno andaluz ya tiene perfilado ese plan, según explicó ayer Viera. Además de ofrecer subvenciones de un millón de pesetas por cada recolocación de trabajadores de la mina en otras empresas, la Junta pretende declarar a la localidad sevillana y su entorno como zona de acción preferente desde el punto de vista industrial.

El consejero también anunció que se trabajará para mejorar las deterioradas infraestructuras de comunicación de la zona, de forma que Aznalcóllar sea punto logístico entre Huelva, Extremadura y Portugal.

La Junta, además, solicitará a Boliden la disposición de los suelos con capacidad para acoger un parque industrial. El Gobierno andaluz, según anunció el consejero, tiene ya muy avanzadas las negociaciones con una gran sociedad interesada en ubicarse en la zona, que podría dar 'respuesta parcial' a la situación de Aznalcóllar y que ofrecería entre 450 y 700 empleos.

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La alcaldesa de la localidad, Salud Santana, explicó ayer que esos terrenos que la Junta pide a Boliden son unos 100.000 metros cuadrados para construir un gran polígono industrial que fuese sede de empresas con grandes necesidades de espacio, como es el caso de las dedicadas al reciclaje, sector al que podría pertenecer la compañía a la que hizo referencia el consejero. Viera anunció también un plan de formación para los empleados de la mina y para jóvenes y mujeres de la zona.

Los trabajadores se mostraron escépticos ante los planes de la Junta para resolver su futuro. A la salida de la asamblea celebrada ayer, Antonio Peregil, presidente del comité de empresa, afirmó que los empleados están dispuestos a iniciar cualquier movilización pero que no tomarán ninguna decisión hasta que el lunes se reúnan con representantes de la Junta.

La gincana de Aznalcóllar

La feria de Aznalcóllar se inició ayer con la celebración de una gincana, la típica competición infantil en que parejas de chavales tienen que superar varias pruebas repartidas por toda la localidad. Los chicos, ajenos a la problemática que vive el pueblo, recorrían arriba y abajo sus calles. La alcaldesa, protagonista de una de las pruebas de la gincana -los niños entraban y salían del despacho en busca de un beso suyo-, confesaba ayer que la noticia del despido de los 425 empleados de la mina no es la mejor manera de empezar las fiestas. 'Pero hay que hacer de tripas corazón. Nuestros hijos no merecen quedarse sin cacharritos por los problemas de los adultos', comentó Salud Santana, que sospecha de la inoportuna fecha elegida por la empresa para dar el cierre. En el recinto ferial, los camareros de las casetas temen que la triste noticia conocida el miércoles reste ganas de diversión a los vecinos de Aznalcóllar y que sus negocios salgan perjudicados. Los mineros, que se confiesan 'deshauciados', salían de la asamblea de ayer con pocas ganas de fiesta.

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