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La Audiencia cuestiona que salga en libertad un colaborador de ETA

Benjamín Ramos fue excarcelado en junio por motivos de salud

La Audiencia de Barcelona ha dictado una resolución en la que se cuestiona implícitamente la decisión de la Audiencia Nacional, que el pasado mes de junio ordenó la excarcelación por motivos de salud de Benjamín Ramos Vega, condenado a 11 años de prisión por colaborar con ETA. El tribunal barcelonés considera en un auto que el preso no presenta un estado de salud tan deteriorado como para salir en libertad, en contra de lo que opinó el otro tribunal para adoptar esa decisión.

En la práctica la decisión de la Audiencia no comportará el reingreso en prisión de Benjamín Ramos, porque esa decisión se ha adoptado por otra vía, pero es un ejemplo más de la distinta interpretación del Derecho que hacen a diario los jueces. Ramos salió de Quatre Camins el pasado 22 de junio tras cumplir cuatro de los 11 años de cárcel a los que fue condenado por la Audiencia Nacional como responsable de los pisos francos que albergaban al comando Barcelona de aquella época que encabezaba Felipe San Epifanio, Pipe.

Las abogadas de Ramos solicitaron a este tribunal la suspensión de la ejecución de la pena por motivos de salud y la Audiencia Nacional la concedió. Ramos fue detenido en 1995 en Berlín por la policía alemana y entregado a España tras un enfrentamiento entre el Gobierno y los tribunales germanos, que inicialmente se negaron a extraditarlo.

Fuentes judiciales consideran que la Audiencia Nacional no es el tribunal competente para adoptar una decisión así porque Benjamín Ramos fue trasladado a Quatre Camins hace más de dos años y por tanto el tribunal encargado de su situación penitenciaria es la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona, no el tribunal que le condenó.

Antes de que la Audiencia Nacional ordenase la libertad de Ramos, el Departamento de Justicia de la Generalitat clasificó al preso en tercer grado -régimen abierto- el 14 de mayo de este año. El fiscal recurrió y el juzgado de vigilancia penitenciaria ratificó la decisión. La fiscalía recurrió de nuevo -el escrito lo firmaba el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena- y la Sección Novena de la Audiencia de Barcelona le ha dado ahora la razón. El tribunal presidido por Gerard Thomás entiende que el preso debe volver al segundo grado penitenciario porque 'conserva su peligrosidad' y porque aunque es portador del virus del sida 'no se encuentra en fase terminal', conserva un buen estado general y tampoco padece una enfermedad oportunista. Ramos empezó a ser tratado del sida con los fármacos convencionales, pero después optó por seguir un tratamiento naturista, algo que el tribunal considera intrascendente a la hora de aplicar el reglamento penitenciario.

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