_
_
_
_
_

Bruselas quiere que los bancos igualen los precios de las transferencias en la UE

El sector financiero español cree que la norma no será aprobada

La Comisión Europea propone que este paso se haga en dos fases. La nueva reglamentación se aplicará a los pagos realizados con tarjeta de crédito y a la retirada de dinero de los cajeros automáticos a partir del próximo 1 de enero de 2002, coincidiendo con la puesta en circulación de las monedas y billetes en euros. Un año más tarde será efectiva para cheques y transferencias bancarias.

La iniciativa es del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, de la mano del comisario europeo de Mercado Interior, Frits Bolkestein. Prodi ya declaró recientemente que "es inadmisible" que los ciudadanos europeos no puedan aprovecharse aún de las ventajas de la moneda única.

El último estudio elaborado por el Instituto Europeo Interregional de Consumo pone de relieve que, en marzo, para realizar una transferencia de 100 euros desde una sucursal bancaria situada en un país de la zona euro se cobraba una comisión media de 17,36 euros. Hace un año esa misma comisión era de 17,10 euros.

A título de ejemplo, las comisiones que los bancos cobran a sus clientes por realizar transferencias entre países de la zona euro van en aumento a pesar de que se ha establecido un tipo de cambio fijo que elimina los riesgos ligados a las fluctuaciones del dinero en los mercados. Se supone además que con los avances informáticos los gastos deberían haberse reducido.

Doble carga

Según el estudio, se da además otro problema: el de la doble carga. En el 38% de los casos se cobra una comisión a quien envía el dinero, pero también al receptor sin su permiso ni conocimiento. Las comisiones más caras cobradas al receptor se aplican en Italia (7,55 euros) y España (5,76 euros).

Pero las discusiones que han mantenido los técnicos del Ejecutivo comunitario durante once años con los bancos para que por la vía voluntaria se comprometieran a dar este paso y adaptaran sus estructuras a la nueva realidad del mercado interior no han dado sus frutos. El último recurso que tiene Bruselas es imponer a los bancos a través de un reglamento es un principio común de "no discriminación" tarifaria entre pagos nacionales y los pagos transfronterizos en euros.

La Comisión Europea busca con el nuevo reglamento -que debe ser aprobado por el Consejo de ministros y por el Parlamento Europeo- obligar a los bancos a que apliquen la misma comisión a las operaciones realizadas en euros dentro de un mismo país y entre entidades bancarias situadas en otro Estado miembro. Según fuentes comunitarias, "si no se da este paso los consumidores y las pequeñas y medianas empresas tendrán que pagar excesivamente caro el uso de la moneda única en otros países de la UE". Se trata en definitiva de impulsar la creación de un espacio común.

El proyecto de la Comisión, que durante 11 años ha tratado que los bancos adoptaran estas normas de forma voluntaria, deja libertad a cada banco para que fije el tipo de comisiones que considere oportuno, aunque las tarifas deben establecerse de forma transparente. "El cliente debe ser informado correctamente del medio de pago que se adapte mejor a sus necesidades y sobre los gastos ligados a ese servicio. Gracias a la transparencia, un elemento fundamental para la eficacia del sistema de pagos, el cliente podrá hacer jugar la competencia si los precios aumentano", afirma la propuesta del Ejecutivo comunitario.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_