Aznar insta a Ibarretxe a dejar los eufemismos y plantear su proyecto independentista
El 'lehendakari' pide una entrevista con el presidente del Gobierno y una audiencia con el Rey
La ponencia de Aznar en la Universidad de Verano de El Escorial sobre El centro reformista, un proyecto para el nuevo siglo no reveló prácticamente nada sobre esa ideología de la que presume hace años el PP pero sirvió para que el presidente replicase con una buena plataforma mediática a los requerimientos de Ibarretxe para hablar de autogobierno y autodeterminación. Un dirigente del PP vasco, en el turno de preguntas, le preguntó su parecer sobre por qué no se dice claramente que Ibarretxe persigue la 'secesión' de Euskadi en vez de la autodeterminación, concepto cuyo significado dijo que no sabía cómo interpretar. Aznar entró a ese trapo y tras admitir el triunfo electoral del PNV se apuró a rebajarlo 'a su justo término'.
El presidente del PP y artífice de la campaña antinacionalista de estos años limitó la cosecha electoral de la coalición de PNV y EA a 33 escaños frente a los 32 de populares y socialistas por separado y únicamente a 25.000 votos más. Por esas cuentas, Aznar se atrevió a exigir prudencia a Ibarretxe y pronosticó que en las próximas autonómicas la alternativa del PP y el PSOE triunfará.
Fijadas esas bases, Aznar abordó la reclamación del debate sobre la autodeterminación. El presidente empezó por rechazar que se pueda discutir semejante demanda 'antes de que ETA deje de matar', aunque antepuso que él nunca estará de acuerdo en que se superen las actuales reglas de juego, el marco jurídico, la Constitución, el Estatuto, o la unidad de España. Entiende que no hay 'razones o fundamentos históricos' para reivindicar esos objetivos y que no es 'política ni éticamente aceptable' esa prioridad para el Gobierno vasco.
Aznar no exigió ayer a Ibarretxe que renuncie a esas ideas y rechazó que entre ambos exista una mala química personal: 'El lehendakari no es un problema para mí ni para los españoles. Él tiene un problema con la mitad de los vascos y todos con el terrorismo'.
Fue así como Aznar llegó al emplazamiento directo a Ibarretxe para que se deje de 'eufemismos' y presente en las Cortes su proyecto 'para desgajar una parte del territorio' español. Aznar recordó la tradicional demanda nacionalista sobre el derecho de autodeterminación para enfatizar que 'ninguna constitución del mundo' y tampoco la española reconoce ese derecho a unos 'sujetos colectivos' que él no entiende quiénes son. Y añadió que está deseando 'explicar por todas partes que pueda que la primera vez en su historia que el País Vasco aparece como entidad jurídica unificada es ahora, que ahora es cuando goza del mayor autogobierno de Europa y del mundo gracias a la transición y a la Constitución'.
Planteamiento 'ridículo'
El presidente consideró 'un planteamiento político ridículo' que un dirigente se plantee preguntar a los ciudadanos si tienen capacidad de decidir sobre su futuro. Reafirmó que los vascos ya la ejercitan en las elecciones y remachó que lo que se trata de saber es si Ibarretxe y el PNV 'quieren la independencia o segregar un territorio' cuando exigen la autodeterminación.
Pese a estos emplazamientos, la lehendakaritza ha solicitado formalmente encuentros institucionales con el Rey y el jefe del Ejecutivo, que aún no han respondido a la petición de Ibarretxe. Éste señala que dichas entrevistas deben tener lugar durante el verano, una época que no debe impedir 'un diálogo institucional absolutamente fundamental para tratar de avanzar en soluciones y en acercamiento de posturas'. Asimismo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, señaló ayer que remitió el jueves una carta a la vicepresidenta del Gobierno vasco, Idoia Zenarruzabeitia, para comenzar las conversaciones para la renovación del concierto económico que según Montoro 'no debe ser especialmente complicada'.
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