El funeral se convierte en un homenaje de los barrios a su concejal
Si el pasado martes fueron cientos de ciudadanos los que pasaron por la capilla ardiente del segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Antoni Santiburcio, ayer el tanatorio de Les Corts se quedó pequeño para celebrar el funeral. Vecinos de la Sagrera, Sant Andreu y de los barrios que integran el distrito de Nou Barris -territorios de los que el edil fallecido fue concejal- fueron a darle el último adiós.
A la ceremonia también asistieron el presidente del Parlament, Joan Rigol; la delegada del Gobierno, Julia García-Valdecasas; el conseller en cap del Gobierno catalán, Artur Mas, y parte de la plana mayor del Partit dels Socialistes, además de otras personalidades y representantes de partidos políticos y sindicatos.
Fue una ceremonia con parlamentos sobre la personalidad de Santiburcio. Intervino el secretario general de UGT en Cataluña, Josep Maria Álvarez, que destacó el 'trabajo para los demás que ya empezó a hacer desde el sindicato'. Diosdado Rebollo, presidente de la Asociación de Vecinos de Trinitat Nova, explicó que el último día que habló con Santiburcio -poco antes de su ingreso en la clínica donde falleció el domingo- le dijo: 'Todavía hay que hacer muchas cosas por el barrio'. 'Pero yo lo que recuerdo es que siempre decía que estaba bien, incluso al final', añadió Rebollo. Ese mismo talante para enfrentarse a la enfermedad fue destacado por un amigo, el periodista Xavi Casinos. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el secretario de Organización de los socialistas de Barcelona, Joan Ferran, recordaron algunos de los rasgos del político desaparecido: 'Se le recuerda como un negociador duro, pero era en defensa de sus ideas, de que todos los rincones de Barcelona fueran igualmente dignos'.
