Oriol Broggi dirige la primera versión catalana del 'Enrique IV' de Pirandello

Preparado especialmente para su estreno en el Grec, en coproducción con la compañía Passadís Teatre, el origen de este espectáculo hay que buscarlo en la anterior edición del festival. Entonces, prácticamente con el mismo equipo artístico con el que ha trabajado en esta ocasión, Broggi dirigió una versión del Tartuf de Molière que se convirtió en una de las joyas de la pasada edición. Para dar continuidad a la compañía, cuyos miembros han trabajado por separado en distintos proyectos durante los últimos meses, el director del Grec, Borja Sitjà, les propuso una nueva colaboración.

Enric IV habla de la locura, real o fingida, de un hombre que tras caerse de un caballo, 20 años atrás, dice estar convencido de ser Enrique IV y vive encerrado en un castillo de acuerdo con esta convicción, con un grupo de personas a las que ha contratado para que le sigan el juego. La preparación de este espectáculo, que incluye todo un ejercicio de teatro dentro del teatro, ha dado más de un quebradero de cabeza a su director y a los actores que lo interpretan. Broggi explica que se trata de 'una pieza muy compleja, apasionante, una obra maestra que no puedes llegar a contener en nada'.

El director concreta así sus temores: 'No puedes saber exactamente qué es lo que Pirandello quiere explicar, y eso hace que se instale una gran duda en el escenario. Nunca llegas a entender la obra por completo, y esto, que al principio crea una cierta angustia, se convierte en algo apasionante'. Soler agrega que esta incertidumbre es todo un reto: 'Sientes que nunca podrás llegar a conocer por completo al personaje. Evidentemente, en escena te mueves a partir de unos parámetros, pero no puedes pretender albergar el alma del personaje, porque la pierdes'.

En el trasfondo de la historia se encuentra toda una filosofía sobre la identidad, el miedo de las personas a enfrentarse con el mundo que las rodea, el lamento por lo que se ha dejado en el camino cuando alguien contrasta lo que es con lo que pudo llegar a haber sido, el amor y el pánico a la muerte. Pero en la práctica, Broggi asegura que el espectador no se perderá en disquisiciones intelectuales, pues se ha apostado por la sencillez. 'Hemos intentado aproximarnos a un público amplio, la obra es muy sencilla. Lo que ocurre es que, a la vez, el texto encierra cosas muy complicadas. Nuestra apuesta ha consistido en apuntar estas grandes filosofías sin recrearnos en ellas'.

Junto a Soler, el reparto de Enric IV está integrado por Jordi Banacolocha, Àngels Poch, Ramon Vila, Màrcia Cisteró, Òscar Muñoz, Dani Klamburg, Josep Mota, Enric Sierra, Armand Villén y Anna Pujol. La obra estará en cartel hasta el 29 de julio.