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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Novillos divinos

Antonio Lorca

Novillos divinos no por su bravura, codicia y nobleza. Novillos divinos, más bien, por sus dueños, que no en vano son los Hermanos Sampedro, todo junto en dos personas distintas y un solo hierro ganadero, y por el gusto de los taurinos, que saben que estos animalitos son chiquitos, bondadosos, fieles, educados y de buena familia.

Novillos divinos para los toreros modernos; mejor dicho, para los que aspiran a ser toreros pero que ya visten como tales y se mueven con la altanería de quien cree que el hábito hace al monje.

Los novillos hicieron honor a su casta, que era escasa, como es bien sabido, y formaron un grupo de mozalbetes sin fuerza, sin malas intenciones, nobles y con poca alegría; novillos sosos de los que no molestan ni producen sorpresas desagradables, novillos a la moda del toreo actual que dejan estar, que no buscan los tobillos, que miran pidiendo perdón y mueren con una cara de pena que se le saltan a uno las lágrimas.

Sampedro / Girón, Tejela, Solís

Novillos de Hermanos Sampedro, desiguales de presentación, blandos, mansos y nobles. César Girón: dos pinchazos y estocada (silencio); pinchazo y media perpendicular (ovación). Matías Tejela: pinchazo y estocada atravesada (ovación); pinchazo y estocada (gran ovación). Javier Solís: estocada y tres descabellos (silencio); dos pinchazos, media, estocada -aviso-, tres descabellos y el novillo se echa (palmas). Plaza de la Maestranza, 13 de mayo. Novillada de abono. Más de media entrada.

Pero los toreros, que también son modernos, no triunfaron. Una lástima, pero es lo que suele ocurrir cuando se unen la bondad y la sosería de los toros con la comodidad de los novilleros. Lo cierto y verdad es que los divinos novillos de Sampedro no ofrecieron grandes oportunidades para un triunfo de clamor. Es decir, no fueron bravos ni codiciosos (lo que hubiera ocurrido en tal caso es mejor no pensarlo), pero no fueron aprovechados por la terna para pasar por la Maestranza con más gloria de la que ganaron.

Girón da la impresión de conocer bien la técnica, pero parece que le falta sangre en las venas. Se coloca bien con el capote, pero no dio una a derechas. Sus novillos fueron sosos y cortos de embestida, pero su toreo fue tan pulcro como aburrido, frío y anodino. Dio muchos pases en su primero, que iba y venía con mucha educación, y los tendidos ni se inmutaron; en el cuarto, rajado, se limitó a estar pesado. Más animoso se mostró Tejela, que toreó muy bien y con hondura a la verónica, pero se hizo un lío entre los nervios, el viento, los enganches y el cabeceo de su primero, y su inexperiencia pudo más que sus enormes ganas por decir algo de interés. Solís se fue de vacío porque aunque derrocha decisión su toreo careció de interés con capote y muleta. Pasó inadvertido ante su soso primero, se fue a porta gayola en el sexto y perdió el capote tras el encuentro con un novillo manso y rajado que no le permitió ninguna floritura.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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