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Los rectores alertan que la ley de consejos choca con la reforma universitaria

Las universidades valencianas tomaron ayer posiciones frente a la nueva Ley Orgánica de Universidad (LU) del Gobierno central y alertaron de las contradicciones que presenta respecto a Ley de Consejos Sociales que tramita la Generalitat. El rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz calificó la reforma universitaria de 'gatopardista' y aseguró que choca con la ley valenciana. Fernando Romero, de la Jaume I de Castellón, coincidió en el mismo sentido, y Justo Nieto de la Politécnica adelantó que ha convocado a la Junta de Gobierno el día 23 para analizar todos los cambios.

Los rectores valencianos cuestionaron ayer con dureza el 'procedimiento' llevado a cabo por el ministerio que dirige Pilar del Castillo, que presentó una nueva ley órganica cerrada, como si fuera una reforma parcial, y que, en opinión de Pedro Ruiz, 'agrava' el funcionamiento del sistema universitario. El texto legal preocupa, además, en la Comunidad porque la Generalitat está tramitando con urgencia un anteproyecto de ley de Consejos Sociales, que da un vuelco al modelo de gobierno, gestión y organización del sistema valenciano. Algo que, de entrada, no se desprende del texto ministerial por más que éste sea 'técnicamente deficiente', como aseguró el rector de la Universidad de Valencia.

Fernando Romero, rector en funciones de la Jaume I, puntualizó al respecto que la ley valenciana socaba la estructura del consejo social y de los órganos de gobierno de la universidad hasta tal punto que habrá que 'rehacer un diccionario en materia universitaria', ironizó, 'para identificar a qué se refiere el texto legal cuando dice 'supervisar', ver si significa controlar, vigilar o qué'.

Ruiz manifestó su estupor ante la perspectiva de tener que aplicar dos leyes que en sí mismas obligan a modificar los estatutos de las universidades valencianas, pero no se sabe en qué sentido.

Desmantelar oficinas

El rector cuestionó 'la descoordinación entre el ministerio y la Direccción General de Universidades valenciana' y se preguntó por qué el director general, Salvador Forner, está creando una 'oficina para la selectividad' cuando ésta desaparece del proyecto de reforma universitaria que les envió, hace escasamente dos días, el Ministerio de Educación. 'Si es así, que la Dirección General la desmantele, porque no tiene sentido'. La nueva Ley Orgánica de Universidad (LU) prevé la desaparición de las actuales pruebas de selectividad, para que sean las propias universidades las que fijen, con criterios independientes, su sistema de acceso. Una fórmula que, según Ruiz, generará fuertes desigualdades de calidad entre las universidades y de oportunidad entre los propios estudiantes.

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En general, las tres universidades, con excepción de la Universidad de Alicante, que ayer vivía no sin cierta tensión sus últimas horas previas a la cita electoral para elegir rector, coincidieron en 'la inoportunidad' del Gobierno valenciano al presentar un proyecto que no casa con las líneas generales de Madrid, y subrayaron que ya habían advertido de ello al consejero Manuel Tarancón y al propio director general de Universidades. Pese a ello, el Consell sigue adelante con la tramitación de un anteproyecto que el Consejo Económico y Social (CES) ha advertido que debería 'consersuarse' antes con las universidades y alinearse con los tiempo del ministerio, para evitar contradicciones.

Respecto a la decisión del Consell de exigir el conocimiento del nivel medio de valenciano para accedera a la función pública docente en junio de 2002, Ruiz, se limitó a ironizar que a la Universidad el Consell le paró los estatutos con el mismo argumento con el que ahora anuncia el requisito lingüístico.

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