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La UE impulsará la reconciliación con el Sur en su histórica visita a Corea del Norte

Persson y Solana se reúnen hoy con Kim Jong Il, el líder del país más cerrado del mundo

Los tres llegaron a la capital norcoreana pasadas las once de la mañana (siete horas menos en la España peninsular), cansados de un agotador viaje de más de 13 horas desde Estocolmo en un avión de las Fuerzas Aéreas suecas. Tal vez la fatiga les hizo mostrarse con los medios sumamente prudentes a la espera de lo que suceda hoy en el encuentro con Kim, el errático y pintoresco político que asumió el poder en julio de 1995, en plena crisis económica y alimentaria, a la muerte de su padre y fundador del país, Kim Il Sung, el 'querido líder', y sobre cuya figura sigue como siempre un enfermizo y exagerado culto a la personalidad. 'Es el sol del pueblo y será eterno para nosotros', comentaba un funcionario a uno de los enviados extranjeros que aguardaban en el aeropuerto de la ciudad la llegada de la delegación europea. Un gran retrato del padre sobresale en el tejado del edificio principal.

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Unos tres centenares de hombres y mujeres, ellas vestidas con el traje oficial coreano, agitaban unas plumas rosas y repetían los eslóganes colocados a pie de pista. 'Larga vida a la amistad y la solidaridad entre los pueblos de Corea y Europa'. 'Calurosa bienvenida a la delegación de la UE'. Una banda interpretaba el Himno de la alegría, convertido en el himno oficial de la UE, y el de Corea del Norte. Un pelotón militar rendía honores a los visitantes, recibidos en la escalerilla por el presidente de la Asamblea Suprema Popular (Parlamento), Kim Jong Nam.

Los 30 kilómetros que separan el aeródromo de Sunan del centro de la ciudad los recorrieron en lujosos Mercedes Benz negros. '¿Cómo se le ha ocurrido salir solo a la calle desde el hotel? Es muy peligroso. Pueden matarle si creen que es norteamericano', le decía nervioso uno de los teóricamente intérpretes, pero que se ocupan de controlar cualquier movimiento de los extranjeros a uno de los reporteros después de una escapada no permitida de tres cuartos de hora por algunas callejas del centro.

La troika comunitaria declinó diplomáticamente visitar el gigantesco mausoleo donde reposan los restos de Kim Il Sung y colocar una corona de flores -sí lo hizo Patten-, sobre la base de la inmensa estatua de bronce construida en vida del fundador de Corea del Norte y desde la que se divisa toda la ciudad. Fue bastante corto el primer encuentro de Kim con la delegación europea. Se trató más bien de un contacto informal de cortesía en la Casa de Huéspedes donde los tres dignatarios y su séquito han sido alojados. El líder norcoreano vestía su clásica zamarra militar de color caqui.

Sumamente prudente se confesaba por la tarde Persson sobre el resultado del encuentro de hoy con Kim Jong Il. El primer ministro sueco subrayó que en la agenda abordará todos los temas previstos, incluida la proliferación nuclear, y el freno al desarrollo de misiles por parte norcoreana, así como la situación de los derechos humanos. En el banquete de anoche, ofrecido por el presidente del Parlamento en el palacio de la Cultura del Pueblo, Persson manifestó que la UE desea formular ideas para contribuir a reducir la tensión en la península de Corea ofreciendo asesoramiento y asistencia. 'Venir aquí en nombre de la Unión es ya un paso muy importante para apoyar el proceso de reconciliación coreano', dijo antes de la cena. Sin embargo, reiteró que la UE no tiene intención de mediar en las negociaciones entre las dos Coreas, y menos aún interferir en las del Norte con EE UU.

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Por la izquierda, el comisario Chris Patten; el primer ministro sueco, Göran Persson; el presidente Kim Jong II, y Javier Solana, <i>mister Pesc</i>, ayer en Pyongyang.
Por la izquierda, el comisario Chris Patten; el primer ministro sueco, Göran Persson; el presidente Kim Jong II, y Javier Solana, mister Pesc, ayer en Pyongyang.AP

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