Un sector al borde de la ruina
La decisión de los Quince de dar por cerrada la negociación con Marruecos para renovar el pacto pesquero pone en jaque a una buena parte del sector pesquero andaluz. Según los cálculos de la Junta, en el caladero marroquí faenaban, con rotaciones de licencias, 203 barcos andaluces, con 2.431 tripulantes censados. Las capturas en este caladero generaban una actividad económica que permitía el mantenimiento de 14.000 empleos indirectos en el litoral andaluz.
En sus últimas estimaciones, la Administración central, que debe hacer frente al plan de reconversión, ha rebajado sus números. Al final del anterior acuerdo cifraba en 415 los barcos españoles en caladero marroquí. Ahora sólo admite 326 y reduce los pesqueros andaluces a poco más de 150. Los marineros andaluces afectados, según el Ministerio, sólo serían 1.657.
Esta no es la única discrepancia entre el Gobierno y la Junta. El Ministerio no ha refutado el análisis de la Comisión Europea que considera flota industrial (la que tiene capacidad para cambiar de caladero) a más del 60% de los pesqueros afectados. La Consejería de Pesca sólo acepta que una treintena de arrastreros marisqueros con base en puertos onubenses puede considerarse semi-industrial por tener congeladores. El resto, conserva en fresco y no puede hacer grandes trayectos.
Los barcos andaluces que han estado amarrados tienen un valor de más de 20.000 millones de pesetas y pertenecen fundamentalmente a Cádiz, Huelva y Almería. Las ayudas han permitidos a pescadores y armadores torear el paro forzoso de estos últimos 16 meses, que ha golpeado con fuerza a 227 empresas auxiliares (que no han recibido subvenciones) y ha reducido en 8.000 millones (la mitad) la facturación anual de las lonjas andaluzas.
