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Seis años de cárcel para el propietario de un 'chiringuito financiero'

La Audiencia Nacional ha condenado a seis años de prisión a Emilio Ribas Xumetra, propietario de un chiringuito financiero de Barcelona que arruinó a más de 150 inversores de toda España que invirtieron unos 200 millones de pesetas entre 1993 y 1995. El condenado atrajo a los inversores hacia la bolsa, y el tribunal, presidido por el magistrado Siro García, critica a quienes venden la falsa idea de que en la bolsa se gana un dinero 'fácil y rápido' y recomiendan huir de los reclamos en los que se minimiza el riesgo del negocio.

El condenado, vecino de Canet de Mar, creó con 500.000 pesetas el chiringuito financiero Interfur. Según la sentencia, Interfur 'carecía de medios idóneos y personal cualificado' para prestar esos servicios y en realidad pretendía captar fondos para Ribas. Con este fin, atrajo a sus clientes afirmando que era un 'agente colaborador' de una firma ligada a un broker americano.

En sus folletos, Ribas resaltaba la alta rentabilidad a corto plazo que podía obtenerse. Así, tejió una red que atrajo a inversores de toda España y les asignó un 'asesor de inversiones', que no eran más que empleados de su firma ajenos a la trama y cuya labor era captar la mayor cantidad posible de dinero del inversor.

Los inversores recibían un estadillo en el que aparecían las supuestas inversiones realizadas, que siempre reflejaban beneficios para convencerles de la rentabilidad del negocio. Ello era aprovechado por Ribas para enviar a sus asesores a captar más dinero, hasta que los estadillos comenzaron a reflejar pérdidas, sin que Interfur atendiera las órdenes de cancelación o reintegro.

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