El ex dictador Milosevic, en arresto domiciliario tras haber sido interrogado

Desde primeras horas de la mañana de ayer, la confusión se había adueñado de Belgrado, ante los extendidos rumores de que Milosevic iba a ser detenido. Sobre las diez de la noche, cuando diversas fuentes no oficiales aseguraban que el ex dictador estaba detenido, otras informaciones daban cuenta de que se le había visto a esa misma hora saludar desde su casa a un grupo de simpatizantes. No obstante, varios dirigentes del Gobierno de Serbia confirmaron que se encontraba en el Palacio de Justicia. Durante tres horas, la situación de Milosevic estuvo rodeada de confusión e incertidumbre, hasta que él mismo declaró a la emisora de radio independiente B-92: "Ahora mismo estoy aquí, tomándome un café con mis amigos y me encuentro muy bien. Fuera de la casa se han reunido muchos ciudadanos". A la pregunta de si estaba preocupado, Milosevic respondió: "Naturalmente que no. Espero que todo termine bien".

Desde La Haya, la fiscal del Tribunal Penal para los Crímenes en la Antigua Yugoslavia, Carla del Ponte, reclamó la entrega de Milosevic "lo antes posible" y pidió a Belgrado "un compromiso inmediato y sin ambigüedad" para que sea entregado al Tribunal cuanto antes.

La supuesta detención de Milosevic se produjo tan solo poco más de 24 horas antes de que venciese una especie de ultimátum de Estados Unidos, que la había condicionado a la entrega de una ayuda a Serbia de 50 millones de dólares (unos 9.250 millones de pesetas). En las filas del Gobierno de Serbia reinaba el temor de que enfrentarse a EEUU podía colocar a Yugoslavia en muy mala posición a la hora de negociar los créditos con los organismos financieros internacionales. La precaria situación de la economía serbia parecía haber sido un factor determinante de la decisión adoptada ayer por el Gobierno de Serbia.

Varios cientos de fieles seguidores de Milosevic se habían congregado ante las dos entradas de la residencia del déspota para expresarle solidaridad e impedir la acción policial, que se realizó sin que lo advirtiesen los allí reunidos. Los leales a Milosevic cantaban himnos patrióticos, rimaban canciones de loa al déspota y encendían fuegos para calentarse en una noche en la que el frío regresó de nuevo tras varios días primaverales. Los portavoces y varios diputados del Partido Socialista de Serbia (SPS), el de Milosevic, arengaban a sus seguidores y les animaban a resistir allí para impedir la detención de su líder. El portavoz del SPS, Perisa Simonovic, juraba y perjuraba a este periódico que Milosevic se encontraba en el interior de la residencia, cuando la emisora B92 ya había dado la noticia de su detención. Simonovic arengaba incluso a los militantes y simpatizantes con un altavoz, mientras la gente allí reunida gritaba: "Todos somos Slobo", "Slobo, héroe". El portavoz del SPS aseguraba que Milosevic no había sido detenido y la masa insultaba a los medios que habían difundido la noticia.

Insultos a SolanaAl advertir la presencia del periodista español, los allí congregados corearon gritos de "ETA, ETA" y "Solana, Solana". El diputado federal del SPS Ratko Zecevic casi gritaba: "Solana es la vergüenza del pueblo español, al que nuestros mayores fueron a defender durante la guerra civil. Queremos agarrarlo por los cojones". A su lado, un individuo afirmaba que Solana y la exsecretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright habían concebido un hijo al que pusieron por nombre Quasimodo.En los alrededores de la residencia la policía había tomado posiciones y no dejaba acercarse en coche. Unas ambulancias esperaban estacionada en las cercanías. Mientras tanto, en el Parlamento de Serbia proseguía una sesión maratoniana, que se prolongó hasta mucho más de la medianoche, para discutir el proyecto de presupuesto. En la casa de Milosevic los diputados del SPS, que habían abandonado la reunión del Parlamento, argumentaban que todo aquello era una maniobra de distracción para desviar la atención del pueblo de lo que se le viene encima con un presupuesto que traerá hambre para Serbia.Mientras los últimos de Milosevic cantaban y daban rienda suelta a sus emociones, empezaron a llegar a través de los telefonos móviles la noticia de su detención, que los allí reunidos se negaban a admitir. No se sabe por qué caminos, desde luego no por las dos puertas principales de la residencia, los policías capturaron a Milosevic. Todo parece indicar que lo condujeron a la sede del Palacio de Justicia en una calle de Belgrado cercana a la estación. Allí se habían congregado bastantes periodistas y curiosos que esperaban la llegada del detenido. Hacia las 23.30 llegó una pequeña caravana de cuatro vehículos tipo jeep de la marca Mercedes, negros como el carbón. En los dos primeros viajaban sólo dos y tres personas. En el segundo un hombre con aspecto joven que iba en la segunda fila se tapó la cara con su cazadora. Los dos últimos vehículos del convoy llevaban los cristales negros que no permitían ver quién viajaba en el interior. Se supone que la carga que llevaban era el hombre que durante más de una década gobernó en Serbia y Yugoslavia y llevó al país a cuatro guerras, todas ellas perdidas.El viceprimer ministro de Serbia, Zarco Korac, declaró a la CNN que el proceso de la detención se llevó a cabo en secreto por la preocupación por la seguridad de todos, porque hubo guerras y hay muchas armas. Declaró Korac que todavía tiene partidarios y esto obligaba a tener cuidado. A la pregunta de si Milosevic había sido detenido como consecuencia del ultimátum de Estados Unidos, Korac respondió que no, pero las autoridades serbias son conscientes de las circunstancias y de la realidad en que viven y el proceso había sido largo "por la dificultad de conseguir pruebas suficientes".

El dirigente ultranacionalista del Partido Radical Serbio (SRS), el fascistoide Vojislav Seselj, declaró en los pasillos del Parlamento: "Se trata de la supervivencia del pueblo y del Estado. En ningún país se dio el caso del arresto del expresidente. Aquí se trata de la presión de EEUU sobre este régimen traidor de la DOS para que haga cosas que van contra el interés nacional del pueblo serbio".