_
_
_
_
_

Los sondeos prevén un retroceso de la ultraderecha de Haider en Viena

En las elecciones municipales de Viena de hoy, la ultraderecha austriaca podría sufrir su tercera derrota desde que asumió el Gobierno de Austria en coalición con los conservadores, hace un año. Después de las bajas registradas en las elecciones regionales de Estiria y Burgenland, en la capital los sondeos vaticinan al Partido Liberal (FPÖ) de Jörg Haider una pérdida de hasta cinco puntos (23%) en comparación con los comicios vieneses de 1996 (27,94%). El candidato favorito es el actual alcalde de Viena, Michael Häupl, del Partido Socialdemócrata (SPÖ), con un 40% de intención de voto.

En la recta final de una campaña marcada por alusiones confusas que acentúan los prejuicios y la criminalización de los extranjeros, Haider acudió a secundar a su candidata a la alcaldía, Helene Partik Pablé. La estrategia de choque del gobernador de Carintia y líder informal del FPÖ consistió en insultar en tonos antisemitas al presidente de la comunidad israelí de Viena, Ariel Muzicant. Sin ningún fundamento, Haider insinuó que Muzicant hace negocios sucios y lo tachó de 'traidor de la patria' debido a su postura crítica contra la presencia de la ultraderecha en el nuevo Gobierno austriaco.

Más información
La extrema derecha de Haider sufre una severa derrota en las municipales de Viena

Fue la primera vez que el hábil demagogo traspasó el último tabú y utilizó abiertamente códigos antisemitas. El canciller conservador Wolfgang Schüssel no consideró el caso digno de recriminación. El escándalo consiguió eclipsar los demás discursos electorales y el FPÖ recuperó en el último momento alrededor de tres puntos.

Los socialdemócratas, con una posición muy firme en la tradicional Viena roja, perdieron su mayoría absoluta en 1996, pero mantuvieron su predominio hasta hoy en coalición con el Partido Popular (ÖVP), democristiano.

Si el SPÖ prefiere esta vez dejar de lado a los conservadores y aliarse a Los Verdes, Viena se convertirá en el polo opuesto al Gobierno conservador. Sería un paso más hacia la polarización política iniciada en febrero de 2000 después de casi medio siglo de estrategia de consenso. Pero el alcalde se deja ambas opciones abiertas: 'Pactaré con el partido que más me convenga para expulsar al FPÖ del Gobierno federal'.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_