La Oficina de Ciencia asumirá la Dirección General del Plan de Telecomunicaciones

El nuevo Plan Valenciano de Investigación, Desarrollo e Innovación (PVIDI), que está prácticamente a punto de salir, implica cambios sustantivos en el organigrama de la política científica autonómica, como el hecho de que la nueva Oficina de Ciencia y Tecnología será la que asumirá la Dirección del Plan de Telecomunicaciones (Plantel), hasta ahora dependiente de la vicepresidencia segunda. Javier Quesada, cuya Oficina tiene la misión de articular la investigación universitaria y la empresa, pidió ayer al Gobierno central corresponsabilidad financiera para potenciar la I+D valenciana a nivel nacional y europeo. 'El plan valenciano conlleva su propio perfil de técnicos e investigadores ', adelantó.

El director general de la Oficina de Ciencia y Tecnología, Javier Quesada, explicó ayer las directrices generales en esta materia que regirán la política autonómica del Consell en los próximos dos años ante un selecto auditorio de más de un centenar de catedráticos e investigadores, así como los miembros de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) invitados a las jornadas Presente y futuro de la investigación, organizadas por la Oficina de Transferencia Tecnológica (OTRI) y coordinadas por el vicerrector de la Universidad de Valencia, Francisco Tomás, en el nuevo instituto de investigación construido en el Jardín Botánico.

La receta hasta el 2003 pasa, según propuso Quesada, por 'hacer un lobby valenciano conjunto, entre universidades, centros de investigación, empresa y Administración para competir tanto en el ámbito nacional como en el europeo'. El responsable autonómico explicó, sin embargo, que el modelo pasa por lograr que los equipos de investigación valencianos se hagan acreedores de los proyectos de investigación más potentes económicamente de las respectivas convocatorias tanto del Gobierno central como de la Unión Europea. Ello sólo será posible sino se impulsa un programa coordinado para 'apoyar' al máximo el capital humano investigador de la Comunidad.

De entrada, la exposición del Programa Nacional Ramón y Cajal, que fue presentado por el director general de Investigación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, deja dudas en el terreno de la 'cofinanciación' que propone Madrid.

Quesada fue contundente al respecto y sugirió al ministerio que el nuevo modelo de financiación autonómica, que se negociará en breve, aborde el asunto de la cofinanciación del programa que pretende convocar 800 plazas para incorporar investigadores a las universidades españolas (unas 80 serán para la Comunidad). El programa, que supone un contrato anual de un mínimo de 6 millones de pesetas durante cinco años prorrogables con el compromiso de que la universidad los asuma como propios después, representa un fuerte desembolso para el Consell. 'Es muy complicado el corsé financiero en un momento en que se nos pide [desde el Ministerio de Hacienda] que ajustemos al máximo el gasto doméstico', planteó Quesada a su homólogo del Gobierno central. Financiación aparte, la nueva Oficina que en breve se instalará a un céntrico edificio de Valencia, busca ser el 'eje catalizador' que articule las convocatorias valencianas de investigación, coordine y comprometa a todas las consejerías a invertir un 5% de su presupuesto en I+D y oriente al tejido empresarial en materia fiscal y de contratación de investigadores, de forma que se creen mecanismos estables y eficaces de transferencia tecnológica. Quesada pidió apoyo 'en los primeros pasos de la Oficina' y se comprometió a reunirse de forma periódica con investigadores y responsables universitarios.