_
_
_
_
Entrevista:GABRIEL DELGADO | MEDALLA DE ANDALUCÍA

'El recurso contra la Ley de Extranjería va a ser irremediable'

Cuando Gabriel Delgado (Cádiz, 54 años), delegado episcopal de migraciones del Obispado de Cádiz y Ceuta y promotor de la Fundación Tartessos, dedicada a la promoción social, recoja hoy la Medalla de Andalucía en reconocimiento a su compromiso por los inmigrantes pensará en los jóvenes que se dejaron la vida en aguas del Estrecho y en las personas solidarias que ayudan a los inmigrantes para que tengan una vida mejor.

Pregunta. ¿Qué premia la medalla?

Respuesta. El trabajo desinteresado, no sólo mío y de la Iglesia [católica], sino de cientos de personas y entidades solidarias. Soy un pequeño símbolo mal escogido en el compromiso masivo por los inmigrantes.

P. ¿Con quién comparte usted este reconocimiento?

R. Con tanta gente que trabaja por los derechos de los inmigrantes, como el barrio de pescadores de Algeciras, las religiosas del Rebaño de María en Los Barrios o las Carmelitas de Ceuta, por su trabajo con los menores. En general, con muchas entidades religiosas y laicas de la costa gaditana. Pero, especialmente, con el Centro de Atención de inmigrantes de Tarifa (CAIT), a quien voy a donar la medalla.

P. ¿Qué ha cambiado para que se valore el trabajo con los inmigrantes?

R. Hay un doble camino: una mayor sensibilidad en la sociedad y unos políticos e instituciones más comprometidos con este fenómeno. Con todo, queda un camino largo por recorrer.

P. ¿Está preparada Andalucía para acoger a los inmigrantes?

R. Los políticos deben jugar un papel clave en la consecución de este objetivo. La política debe abanderar una tarea pedagógica, civilizadora y educativa para ir proponiendo a la ciudadanía que caminamos hacia una nueva sociedad y que hay que ser más tolerante y comprensivo. Más que hablar de invasión o de avalancha, hay que subrayar el mundo de valores de intercambio entre dos continentes del que nos enriqueceremos.

P. ¿Qué valores destaca usted del inmigrante?

R. Salvo en situaciones de guerra o de expulsiones dictatoriales, el inmigrante es, fundamentalmente, un trabajador que se desplaza donde está el bienestar. Es lógico que las personas se muevan así, porque hay años luz de diferencia entre sus países y España.

P. ¿Por qué rechaza usted la Ley de Extranjería?

R. Porque niega derechos básicos a estas personas que ninguna ley puede atropellar. Tengo la impresión de que va a ser irremediable un recurso por inconstitucionalidad hacia esta ley, porque despierta muchos roces y recelos. Hay un clamor social en la defensa de la dignidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_