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El temporal de lluvia obliga a desembalsar once presas extremeñas

El temporal de viento y lluvia, que llegó a contabilizar ayer en algunos puntos de Extremadura 80 litros por metro cuadrado, obligó a desembalsar once pantanos de la cuenca del Guadiana a su paso por Badajoz. Vecinos de una barriada de Mérida se manifestaron anoche para protestar por el desbordamiento, el cuarto en los últimos años, del río Albarregas a su paso por la capital extremeña. Protección Civil evacuó por la tarde a los vecinos de mayor edad del poblado de Balboa, de unos 500 habitantes, ante la crecida del arroyo Limonetes a su paso por la población.

El desembalse se está produciendo en pequeñas presas de la provincia de Badajoz que en algunos casos se encuentran al cien por cien de su capacidad total. La Confederación Hidrográfica del Guadiana informó en la tarde de ayer de que será preciso esperar varias horas para conocer cómo evolucionan los cauces de los ríos.

El temporal provocó una situación de cierta alarma en Mérida al desbordarse el río Albarregas. El alcalde Pedro Acedo, del PP, envió un telegrama al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, exigiéndole la urgente realización de las obras de encauzamiento, y lamentando que al final 'haya que poner algún muerto sobre la mesa para que las obras se agilicen'.

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