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Reportaje:

A la espera de la tercera crisis

Pujol aguarda el fin de las negociaciones entre Unió y CDC para reestructurar el Gobierno

Francesc Valls

La dimisión de Josep Antoni Duran Lleida como consejero de Gobernación y Relaciones Institucionales no ha conseguido inscribir al Consell Executiu en el libro Guiness de los records. El Gobierno de Jordi Pujol, no obstante, ha obtenido una buena marca: dos cambios en un mes. Ahora mientras el líder democristiano afila las herramientas políticas, el Ejecutivo catalán puede verse sacudido por una tercera crisis, en los próximos 30 días, aseguran en la coalición.

En CiU se espera a que las negociaciones entre Convergència Democràtica y Unió Democràtica concluyan para saber si el Departamento de Cultura queda en manos de los democristianos. Xavier Trias, por Convergència, y Núria de Gispert, por Unió, encabezan las delegaciones que deben trabajar en ese difícil encaje de bolillos. El gran rompecabezas será supervisado por el propio Pujol y Duran Lleida, partidarios entre confesos y escépticos de llegar a un acuerdo.

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De momento, Jordi Vilajoana, actual responsable de Cultura, está presto al sacrificio. Perdería su departamento si los democristianos lo aceptaran en el marco del tratado de paz con Convergència

Pero quien de momento ya ha ido a parar al cenote sagrado del poder es Joaquim Triadú. El hasta el pasado mes de enero consejero de la Presidencia es el gran sacrificado de los últimos gobiernos de Jordi Pujol. El propio presidente de la Generalitat le agradeció de manera muy especial los servicios prestados cuando lo cesó como titular de Presidencia. Pero Triadú -con un pie en Tabasa y otro como hombre fuerte de las comunicaciones en la Generalitat- está hecho a los sacrificios. En las elecciones de 1999 se quedó sin ser candidato a diputado para que Xavier Trias pudiera ir de número cuatro. Al constituirse el primer Gobierno, en noviembre de 1999, no pudo ser consejero de Cultura porque Jordi Vilajoana contó con el respaldo de su amigo Artur Mas.

Y ahora que el horizonte se aclaraba, cuando se aseguraba que Vilajoana podría ir a Madrid de delegado de la Generalitat a la capital de España, las negociaciones con Unió vuelven a ensombrecer el futuro de Triadú como consejero.

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Hasta que Convergència firme el armisticio con Unió no se moverá ficha, aseguran fuentes del Ejecutivo catalán. Así que Josep Gomis, delegado de la Generalitat en Madrid, dejará su cargo para ir de presidente del consorcio petroquímico de Tarragona probablemente cuando acabe el plazo, seguramente en abril.

De momento, Pujol se queda con un Gobierno que no cuenta con Duran Lleida, lo que reduce prestigio, aseguran desde CDC. El líder democristiano ha optado por regresar al partido y desde allí observar las dotes toreras de un conseller en cap cada vez más implicado en la resolución de conflictos cotidianos -como en las comarcas del Ebro- que dan triunfos, pero también dan cornadas.

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