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Ingresa en prisión el cazador que tiroteó a un inmigrante por la espalda

El cazador de 27 años, Serafín R., detenido por la Guardia Civil como supuesto autor de los disparos que sufrió un inmigrante indocumentado el pasado 18 de noviembre en un coto de caza de Tolox (Málaga) ingresó ayer en la prisión de Alhaurín de la Torre imputado de un delito de homicidio frustrado en grado de tentativa. La juez de Coín que instruye el caso adoptó esta decisión después de que el inmigrante le inculpara hasta en dos ocasiones en sendas ruedas de reconocimiento que se practicaron en el juzgado.

El detenido insistió en negar los hechos y rechazó que estuviera en ese paraje el día del incidente. El inmigrante, que dice ser argelino y contar con 20 años de edad -algo más de lo que realmente aparenta- fue entrevistado ayer tarde por la cadena SER y relató que llegó a España en los bajos de un camión, un vehículo al que subió cuando se introducía en un transbordador desde Ceuta y escondido alcanzó el puerto de Algeciras.

El inmigrante, cuya identidad se corresponde con las iniciales D. C., relató que llegó a la península a finales de octubre y que recorrió durante unos 20 días las sierras de Cádiz y Málaga con idea de llegar hasta Almería, en un intento de no ser localizado por la Policía. Más de 200 kilómetros recorridos por parajes inhóspitos y donde logró sobrevivir gracias a la caridad de algunos vecinos, esencialmente de propietarios de cortijos de campo.

Según su testimonio, el día en que ocurrieron los hechos se encontró con este cazador en el campo y prácticamente sin mediar palabra se cruzaron en el camino. En declaraciones a la Guardia Civil habló de tres atacantes; ayer precisó que sólo le vio la cara a uno, aunque recordaba muy bien que había tres motos aparcadas. Los cazadores le pidieron que se acercara, pero él se asustó, salió corriendo y cuando había recorrido algunos metros sintió los disparos, tres en total, dos que le impactaron en las piernas y uno en la espalda. A partir de ese momento, dice que ya no recuerda nada y que despertó varios días después en un hospital.

El inmigrante, que prácticamente no habla español, se limitó a indicar que su agresor era 'un hombre malo, ya que mala es la gente que coge una escopeta y dispara a otro'. En situación de testigo protegido de la Guardia Civil, este inmigrante acude a comer y dormir a un centro de beneficencia de Málaga y porta actualmente un documento que acredita que puede permanecer en España al estar inmerso en un proceso judicial. Ahora dice que sólo espera 'un trabajo y una casa' donde vivir.

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