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EL 'CASO PINOCHET'

El juez ordena el arresto y proceso de Pinochet

Guzmán sentará en el banquillo al ex dictador como 'autor inductor' de la 'caravana de la muerte'

Por la mañana, y tras algunas gestiones de los abogados que representan a las víctimas, éstos anunciaron en el pasillo del Palacio de los Tribunales que fuentes solventes confirmaban que Guzmán había dictado ya el procesamiento de Pinochet y su inmediato arresto domiciliario, lo que provocó un estallido de júbilo entre los familiares de desaparecidos y ejecutados políticos que comenzaban a reunirse en el lugar. Por la tarde, los abogados querellantes pudieron leer la resolución del juez Guzmán, que en lo esencial acogió su solicitud de someterlo a proceso en calidad de 'autor inductor' de los 57 homicidios y 18 secuestros, y desechar la propuesta de la defensa de sobreseer al acusado por la demencia vascular progresiva que le fue detectada en los exámenes psiquiátricos y neurológicos.

En parte importante de sus fundamentos, Guzmán detalla que no ha lugar al sobreseimiento porque la conclusión que él obtuvo de los informes periciales es que Pinochet padece de una 'demencia de leve a moderada', y que, si bien esto provocaba que su imputabilidad estuviese disminuida, no por ello queda inhibida. De esta forma Guzmán acoge el informe independiente que le hizo el perito médico de los querellantes, quien acusó a la subdirectora del Instituto Médico Legal de modificar las conclusiones del equipo médico.

En todo caso, lo más sorprendente de la resolución de Guzmán es la orden de que Pinochet sea notificado de inmediato de su procesamiento y en acto paralelo disponer su arresto domiciliario. El juez Guzmán tenía la posibilidad procesal de esperar hasta que se agotaran todas las apelaciones a su decisión ante cortes superiores para dictar el arresto. A última hora de anoche dicha gestión aún no se había concretado.

El ex jefe militar recibió la noticia en su residencia costera de Los Boldos, en las cercanías de Bucalemu, a unos 200 kilómetros de Santiago, hasta donde llegó la tarde del sábado después de ser dado de alta del hospital Militar, donde estuvo internado por un nuevo infarto cerebral sufrido el viernes. La defensa del general pretende que el arresto domiciliario sea en la residencia costera y no en Santiago.

En medio de la algarabía de los familiares de las víctimas, el abogado Hugo Gutiérrez dijo sentirse lleno de alegría no sólo por los miles de desaparecidos que hoy obtienen justicia, 'sino también por nuestro proceso de transición a la democracia, porque no es posible que ésta esté inspirada en un criminal como Pinochet'.

Junto a él, la presidenta de los familiares de detenidos desaparecidos, Viviana Díaz, profundamente emocionada, recordó los años de espera. 'Lo que parecía increíble se hace realidad. Esto es el resultado de una lucha de 27 años porque estos crímenes no quedaran impunes. Pinochet responderá ante la justicia', dijo Viviana Díaz.

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Paralelamente se produjeron las primeras reacciones políticas desde el ámbito de la izquierda chilena. La secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín, aseguró que se trata de 'un resultado maravilloso de tantos años de esfuerzo. Los intocables no existen si la gente hace de ello una causa colectiva'. Mientras, el presidente del Partido Socialista, el senador Ricardo Núñez, dijo que 'una sonrisa recorre al mundo socialista porque a partir de hoy ni mis nietos ni mis bisnietos sufrirán lo que sufrieron nuestras generaciones'.

Hay que recordar que el pasado 1 de diciembre Guzmán ya había sometido a proceso criminal a Pinochet, pero esta decisión fue anulada por la Corte Suprema por no cumplirse con la formalidad de que se escuchara al acusado. Es decir, desde esa fecha el juez estaba convencido de que los hechos criminales están acreditados en el procedimiento y que existen presunciones fundadas, múltiples y graves, que acreditan la participación de Pinochet como 'autor inductor' en estos crímenes.

Órdenes directas de Pinochet

Guzmán llega a esta conclusión sobre la base de dos pruebas esenciales. La primera es que al mando de la caravana de la muerte iba su 'general delegado', y en un país que estaba bajo Estado administrativo de guerra era imposible que éste cometiera estos crímenes sin las órdenes directas de Pinochet. La segunda prueba de culpabilidad es que, a pesar de conocer los hechos, no adoptó ninguna medida correctiva, sino que premió y ascendió a todos y cada uno de los integrantes de la comitiva militar. La tercera y principal prueba que tiene Guzmán contra Pinochet es la declaración del general Joaquín Lagos Osorio, quien aportó un oficio por el cual le informa a Pinochet del nombre de las víctimas de Arellano, oficio que fue alterado por el propio Pinochet para encubrir los crímenes.

El autor inductor es quien dentro de una estructura de poder imparte las órdenes de cometer un delito, que es ejecutado materialmente por un subordinado. Es decir, sin Pinochet no se hubiesen cometido estos crímenes.

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