La CMT vigilará que la operadora recorte un 6,7% sus precios de telefonía fija antes de finales de 2001
La resolución de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), dependiente del Ministerio de Economía, sobre la rebaja de las tarifas de Telefónica para llamadas de fijo a móvil no entra a valorar si la medida es buena o no para la competencia en el sector ni para la evolución del índice de precios al consumo (IPC), uno de los caballos de batalla del Gobierno. Y ello a pesar de que la Comisión, que emite informes para el Gobierno sobre los precios de Telefónica, ya advirtió de que, aun en el caso de que los nuevos precios anunciados hubieran entrado ayer en vigor, Telefónica debía aplicar nuevas rebajas para cumplir con el nuevo marco de precios máximos establecido por el Ejecutivo.
Según el nuevo régimen, aprobado el pasado julio para su entrada en vigor el 1 de enero de 2001, Telefónica debe aplicar una reducción del 12,7% en las llamadas de fijo a móvil y del 6,7% dentro del conjunto de las llamadas telefónicas antes del 1 de noviembre próximo. Para la CMT, la rebaja que suspendió ayer la operadora equivalía tan sólo a una reducción del 1,78% en el conjunto de la cesta de servicios que tendrá en cuenta la comisión delegada de Asuntos Económicos para revisar anualmente los precios de Telefónica.
El nuevo marco regulador de las tarifas de Telefónica para servicios de telefonía fija es un sistema que, según el Gobierno, garantiza una bajada media de los precios de la telefonía fija del 13% en dos años, si el IPC previsto para 2001 y 2002 es del 2%. El nuevo marco permite a la operadora bajar hasta un 50% las llamadas de larga distancia nacional e internacional e impide subidas adicionales a las autorizadas para este año en la cuota de abono mensual (100 pesetas en marzo y otras tantas en agosto) hasta finales de 2002.
Adicionalmente, la CMT estudia si las tarifas de terminación que Telefónica Móviles y Airtel -operadores dominantes con el 56% y el 30% del mercado- cobran a las compañías de telefonía fija (unas 39 pesetas por minuto de comunicación) se ajustan a costes. Tras su análisis, la CMT puede forzar un recorte de esas tarifas, lo que debería repercutir en el precio que los usuarios pagan por llamar desde un fijo a un móvil a través de cualquier operador de telefonía fija.
