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Reportaje:

El Atlético se descompone a balón parado

De los 25 goles encajados por los rojiblancos, 15 han llegado en jugadas de estrategia

La estrategia, la del prójimo en ataque y la suya, si la tiene, en defensa, se está devorando al Atlético. De los 25 goles que ha encajado en los 23 partidos oficiales que ha disputado -20 de Liga y tres de Copa- 12 han llegado en jugadas a balón parado, bien sea a la salida de un córner (siete), de una falta (cuatro) o de un simple saque de banda (uno). Si se añaden los tres penaltis encajados, el número de tantos nacidos con el balón quieto se eleva a 15.

Santi, Hibic, Gaspar, López, Amaya, Hernández y Juan Gómez. Hasta siete jugadores han utilizado Zambrano y Marcos, los dos técnicos que ha tenido el equipo, en el eje de la defensa. Con nulo éxito, a tenor de las cifras. Ni con tres centrales, ni con dos. El fracaso está asegurado cuando el Atlético defiende una jugada a balón parado. Tampoco Toni, un portero que vive bajo el larguero, ha ayudado a aliviar los problemas. Cada balón que vuela sobre el área del Atlético crea un conflicto. Todo empezó en la segunda jornada, frente al Recreativo. Perdió el Atlético (0-1) y con ser eso doloroso más lo fue que el gol se lo marcó Juan Gómez en propia meta, cuando a la salida de un córner despejó a la mismísima escuadra de Toni.

Una semana después, en Jaén, una jugada de estrategia del equipo local -córner que vuela al segundo palo, un jugador que baja el balón de cabeza y otro que fusila-, le valió al Atlético su tercera derrota consecutiva, pues la primera había llegado en el estreno, frente a un Levante que no necesitó levantar el balón del suelo para hacerle cuatro a los de Zambrano.

Tampoco lo necesitó el Ferrol, que sacó un empate (1-1) del Calderón gracias a una falta al borde del área, que se tradujo en un pase al hueco para Jordi, que fusiló a Toni ante la pasividad de una defensa presta para defender el balón aéreo que no llegó. Pero el derrumbamiento total se produjo ante el colista, el Universidad de Las Palmas, ya con Marcos en el banquillo. Dos saques de esquina, dos goles del Universidad. Al Murcia, por contra, no le hizo falta córner alguno. Le bastó un saque de banda para batir a Toni de cabeza. Como le batieron Óscar Álvarez y Lusarreta, del Lleida, tras una falta y un córner respectivamente. También Macanás, del Leganés, sacó partido a un balón bombeado, antes de que el Rayo, en la Copa, pusiera al descubierto la nula capacidad del Atlético para defender cualquier jugada mínimamente ensayada. El Sporting, en vista de los antecedentes, se limitó a aprovecharse de un córner para que Soto consiguiera el gol de la victoria. Lo hizo, eso sí, de tacón, una variante sin duda sorprendente para la estrategia defensiva del Atlético.

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