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Las pruebas médicas afirman que el estado mental de Pinochet es normal

Los seis peritos judiciales y los dos peritos adjuntos (uno de la defensa y otro de la parte querellante) seguían ayer discutiendo los alcances del informe que el equipo entregará hoy a mediodía al juez instructor del caso, Juan Guzmán Tapia.

Siempre según las fuentes de los dos equipos de abogados, el punto en que los especialistas no lograban ponerse de acuerdo, por lo que tienen previsto reunirse hoy por la mañana, era determinar la exacta gravedad de más de tres sombras que localizó el escáner realizado al octogenario militar el jueves. Esas sombras responderían a lesiones o infartos cerebrales, los mismos que fueron determinantes para que el ministro del Interior británico, Jack Straw, interrumpiera el juicio de extradición a España a comienzos del año pasado, lo que permitió a Pinochet abandonar Londres, donde estaba detenido, y regresar a Chile.

El debate no es menor, ya que algunos de los seis especialistas del Instituto Médico Legal y la Universidad de Chile estiman que esas lesiones podrían ser causa de alteraciones mentales que en una interpretación general se acercarían a la definición de demencia que hace el Código de Procesamiento Penal, una de las dos enfermedades mentales que pueden impedir que el juez Guzmán someta a proceso al militar.

Según confirmó una fuente ligada a dicha junta médica, el perito adjunto de la defensa de Pinochet, el neurólogo Sergio Ferrer, desplegó una amplia documentación sobre la llamada demencia vascular, una de las variantes del llamado mal de Alzheimer, a la que se llega por reiterados accidentes vasculares en el cerebro.

No obstante esta discusión entre especialistas, que seguramente desde hoy se trasladará a los tribunales, en todas las otras pericias a que fue sometido Pinochet los resultados fueron 'satisfactorios', mostrando un estado mental normal para una persona de 85 años. Según esta fuente, Pinochet habría contestado a todas y cada una de las preguntas de las pruebas y entrevistas psiquiátricas.

En todo caso, más allá de que se incluya la demencia vascular en el informe oficial de los peritos oficiales, el juez Guzmán debería recibir también hoy los 'comentarios' de los peritos adjuntos. El de la parte querellante es el neurosiquiatra Luis Fornazzari.

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Declaración indagatoria

Pese a ello, los informes periciales son sólo un dato más para el juez Guzmán, según la legislación chilena, y sus conclusiones no le obligan a poner fin o continuar el proceso que ya tiene en su horizonte inmediato la declaración indagatoria del acusado. Ésta en un principio debía realizarse hoy, pero fue pospuesta por el propio juez, por razones que los abogados querellantes calificaron de 'humanitarias', para el martes 23 de enero, en la residencia de Pinochet en el exclusivo barrio de La Dehesa, en Santiago. Así le dará tiempo a la defensa para establecer nuevas estrategias para convencer no sólo al juez Guzmán de la gravedad del estado de salud del ex dictador, sino también a los integrantes de la Corte Suprema, que podrían ser llamados nuevamente a definir los márgenes de maniobra de Guzmán, esta vez por la vía de incorporar las llamadas 'doctrinas contemporáneas' sobre demencia.

Este fin de semana se confirmó que la guardia personal de Pinochet, compuesta por soldados de elite de los boinas negras del Ejército, fue remplazada completamente por orden del Gobierno, luego de que se supiera que en diciembre pasado, después de que el juez Guzmán dictase el primer procesamiento, dicha guardia se armó profusamente, recibiendo instrucciones de su oficial al mando de no permitir el ingreso de nadie a la finca donde residía Pinochet.

Los rumores del retiro del cuerpo de elite por otro menos especializado llevaron a la hija del ex dictador, Jacqueline Pinochet, a decir que el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, 'quiere quedar bien con Dios y con el diablo', lo que fue inmediatamente respondido por el Ejército a través de un comunicado oficial, el que señaló que Pinochet 'tiene y tendrá todo el apoyo de la institución', la cual 'le seguirá brindando seguridad, asistencia médica, bienestar y ayuda espiritual'.

Entre tanto, el hijo menor de Pinochet, Marco Antonio, en una entrevista al diario La Tercera estimó que las Fuerzas Armadas debieron negociar con el Gobierno una 'salida política' que evitara la situación que vive su padre, quien, a su juicio, no está 'loco ni demente', sino con una salud 'muy deteriorada'.

Marco Antonio Pinochet no descartó que su padre tenga un conocimiento 'posterior' de las operaciones militares que lanzaron al mar a cientos de los detenidos desaparecidos, según han reconocido informes de las Fuerzas Armadas: 'Él ha asumido su responsabilidad política por los hechos ocurridos en su Gobierno. Él ha sido claro, dentro de lo claro que es él. Dicen que lo que falta es que pida perdón, pero si él y los militares piden perdón siempre van a cuestionarlos. Y siempre se va a pedir más'.

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