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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

El juez investiga la muerte de un inmigrante en la prisión de Murcia

Julious Ofasi o Mohamed Iburahim Jeandany, los nombres que figuran en los documentos que llevaba encima el fallecido, de unos 40 años de edad y al parecer originario de Ghana, ingresó el 30 de diciembre en la prisión provincial de Sangonera por orden del titular del juzgado número 4 de Murcia, acusado de los presuntos delitos de atentado, lesiones y daños.

Se le imputaba haber provocado un altercado el 29 de diciembre en la calle Capuchino de Murcia, donde esgrimió un palo muy grandes, por el que varios transeúntes se sintieron amenazados. Según fuentes policiales, se resistió violentamente a los dos agentes que procedieron a su detención, quienes tuvieron que ser atendidos por las contusiones que sufrieron. El inmigrante negó que tuviera intención de agredir a nadie con el palo que esgrimía y justificó su comportamiento apelando a rituales de tipo religioso.

Ya en prisión, según las mismas fuentes, se negó a dejarse tomar las huellas dactilares y fue ingresado provisionalmente en una celda del módulo número 2.

Hacia las 21.30 horas del día 30, agregan las fuentes consultadas, empezó a destrozar el mobiliario de la celda, por lo que se personó el jefe de servicio del módulo acompañado de varios funcionarios y de un interno, para que actuara como intérprete, ya que el fallecido no hablaba español.

Cuando abrieron la puerta de la celda, siempre según fuentes de la investigación, se lanzó contra los funcionarios y el intérprete con un cristal en la mano y, al intentar reducirlo sujetándolo por las piernas, cayó al suelo, contra el que se dio un fuerte golpe en la cabeza.

Testigos presenciales aseguran que el inmigrante siguió forcejeando desde el suelo con los funcionarios y mordió a uno en un dedo.

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En el botiquín de la prisión fueron atendidos un funcionario de prisiones, con lesiones de pronóstico reservado, el interno que actuó como intérprete, con contusiones leves, y el inmigrante fallecido, que llegó en estado muy grave.

El inmigrante fue trasladado al hospital Vírgen de la Reixaca, a donde llegó esposado, ya que los policías que lo condujeron alegaron que era un individuo muy violento que había ingresado en la cárcel de Sangonera ese mismo día.

En la Unidad de Cuidados Intensivos se le diagnosticó estado de coma. No respondía a ningún estímulo, por lo que se le practicó un escáner, que confirmó que sufría una hemorragia cerebral masiva, que le causó finalmente la muerte el 3 de enero.

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