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Primer premio: 60.527

El Niño lleva la suerte a Asturias por duodécima vez

8.400 millones han sido repartidos en décimos desde la administración de un céntrico barrio de Oviedo

El Gallo de Oro ha repartido en la capital ovetense un total de 8.400 millones de pesetas, 240 por serie y 24 millones por décimo. Sólo unos pocos de los premiados aceptaron compartir públicamente su suerte. El resto optó por guardar silencio. Oviedo vivió una jornada llena de rumores sobre a quiénes habría ido a parar el primer premio, pero casi nadie quiso reconocerlo. Y apenas ofrecieron pistas sobre los afortunados poseedores del número premiado.

Salvo Antonio Vázquez, que compró 27 décimos y repartió, por tanto, 648 millones de pesetas entre sus familiares y amigos. Es, además, la segunda vez que le toca el premio Gordo de El Niño.

El lugar de venta se encuentra en el barrio del Cristo de las Cadenas, situado en la parte alta de la ciudad. Se trata de un zona que ha crecido mucho en los últimos años, que concentra a familias de clase media y que albergó hasta hace poco el antiguo campo de futbol de la ciudad. Allí se ubican algunos de los principales centros sanitarios de Asturias y muchas de las Facultades de la Universidad, como las de Derecho, Económicas, Químicas o Medicina.

Dolores Lillo, que regenta la administración que ha repartido la suerte, se enteró del premio en la localidad de Loreda 'al escucharlo por la radio' y asegura que sintió 'una alegría' como si le hubiera tocado a él, 'aunque no jugaba nada a ese número'. Y nada más saberlo, regresó a la capital en su vehículo particular y abrió las puertas del establecimiento que por ser festivo estaba cerrado.

Hasta ahora no había vendido ningún premio de esta envergadura pero cuando regentaba otra administración en la localidad de Moreda, en el valle minero del Aller, devolvió 'un segundo premio de un sorteo ordinario porque era un número feo y no lo quería nadie', decía ayer pensando en su fortuna. 'Para mí es un prestigio haber repartido todas las series de un primer premio y con eso me doy por satisfecha', agregaba emocionada.

La mayor parte de las series fueron vendidas en décimos de 3.000 pesetas, por lo que el premio está muy repartido. Casi todo fue a parar a los vecinos de la zona que acuden cada semana a la administración para adquirir lotería o a jugar a la quiniela de fútbol o la primitiva.

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La proximidad de la administración con el Hospital Central hace presumir que pudo corresponder a muchos trabajadores sanitarios, pero también a familiares de enfermos que acuden al mismo. Asimismo, la administradora cree que ha favorecido a un grupo de trabajadores de Telefónica.

Décimo a décimo

Lo que sí es seguro es que todas las series fueron saliendo décimo a décimo por ventanilla hasta el último día del sorteo y que casi nadie, salvo el caso del mencionado Antonio Vázquez, compró una gran cantidad de décimos.

Aunque la zona próxima a la administración se llenó enseguida de curiosos, casi nadie quiso asumir el papel de premiado. Sí lo hizo Rubén Alvarez, un joven empleado de una panadería, que se despertó anticipadamente después de pasar la noche trabajando. 'Creo que voy a comprarme un coche porque ya tenía ganas', dijo a los periodistas al saber, por su familia, que estaba en posesión del número premiado.

En una oficina próxima al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, además de prepararse para el trabajo intensivo de buscar y convencer al millonario reciente para ingresar el dinero en la entidad, estaban encantados porque les había correspondido un décimo que la administradora les había reglado el viernes.

El director de la sucursal, José María Cid, y los tres empleados se llevaron seis millones cada uno. En un bar cercano, el Mesón de la Vega, la propietaria Obdulia Blanco, jugaba un décimo y tampoco podía ocultar su entusiasmo. Una peraja de novios comentaba entre risas y abrazos que habían sido agraciados con 24 millones, lo que les permitía 'acelerar la boda'.

Jóvenes con suerte

Una peña del bar restaurante Casa Evarista de la localidad de Granda, en el municipio vecino de Siero, vendió numerosas participaciones entre sus clientes, mayoritariamente jóvenes. Muchos de ellos lo celebraron sobre la marcha descorchando algunas botellas de sidra en el mismo establecimiento. Alexis Menéndez, que fue quien adquirió el número no estaba seguro de lo que le había correspondido: 'Creo que 12 o 13 millones, pero me da mucha alegría que haya ido a parar a mis amigos'. Granda está muy cerca de la capital asturiana y alberga algunos de los polígonos industriales y de servicios más activos del área central de Asturias.

Ésta es la decimosegunda vez que un gordo del sorteo de Reyes ha correspondido a Asturias. Cuatro veces tocó en Gijón y esta es la primera que cae íntegramente en la capital asturiana. En el reciente sorteo de Navidad el segundo premio repartió en la región 3.000 millones de pesetas, que fueron vendidos en la administración número 6 de Gijón y la número 1 de Avilés.

Un jugador talismán

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