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Los socialistas renuevan el 85% de sus secretarios comarcales en congresos

Los socialistas valencianos dieron ayer por concluido el proceso de renovación de sus órganos de gobierno iniciado el pasado mes de septiembre en Alicante en el congreso en el que fue elegido Joan Ignasi Pla como nuevo secretario general. La celebración de la última tanda de congresos comarcales realizada este fin de semana -sólo queda pendiente Utiel-Requena por problemas internos- se ha traducido en la renovación del 85% de los secretarios y en una amplia mayoría de la actual ejecutiva del PSPV en el Comité Nacional.

Con la conclusión en el día de ayer de los congresos comarcales de La Vall d'Albaida -que reeligió a Joan Chornet como secretario general - y de El Valle de Ayora -que designó a Blas Mínguez- la nueva ejecutiva del PSPV da por cerrada la recomposición orgánica del partido y asegura contar con una holgada mayoría en el Comité Nacional, máximo órgano entre congresos, que le permitirá volcar sus esfuerzos en la adecuación de su maquinaria electoral y en la recuperación de la iniciativa política.Tras estos congresos comarcales, el PSPV se estructura en 26 agrupaciones comarcales, en vez de las 24 con que contaba, tras el desdoblamemiento de L'Alt Palancia-Millars y Utiel-Valle de Ayora. En este proceso congresual se han renovado aproximadamente el 85% de los secretarios comarcales, ya que de los 24 que integraron el Consejo Territorial del partido sólo repiten los dirigentes de La Vega Baja, L'Alcalatén-Plana Alta; La Costera-Canal de Navarrés y La Vall d'Albaida (Francisco García Gelardo, Rafael Nebot, Ramón Ortolà y Joan Chornet, respectivamente). Los cónclaves comarcales socialistas han modificado el mapa orgánico existente hasta la convocatoria del congreso de País Valenciano celebrado el pasado mes de septiembre en Alicante, dado que el bloque conformado por lermistas y renovadores que aupó a Pla a la secretaría general por el estrecho margen de diez votos ha ampliado su representatividad. La suma de fugas procedentes de otras familias hacia la nueva dirección ha permitido al equipo del secretario general del PSPV convertir en aliadas, comarcas que le eran hostiles o propiciar la articulación de minorías alternativas en aquellas que todavía no controla.

En estas asambleas comarcales se ha completado también la composición del Comité Nacional del PSPV, que, según fuentes de la ejecutiva del partido, podrá constituirse a finales de enero. La elección de los miembros de este órgano ha sido objeto de duras pugnas -tanto como la elección de secretarios y la composición de sus ejecutivas comarcales- ya que es quien fiscaliza el trabajo de la ejecutiva del PSPV y condiciona la línea política. En el Comité Nacional del PSPV han buscado acomodo, además, los dirigentes de las familias que se vieron excluídos de los órganos de dirección en el pasado congreso de Alicante.

La convocatoria constituyente de este órgano permitirá conocer con mayor exactitud el respaldo con que cuenta la nueva dirección. En la primera reunión del Comité Nacional, que debe elegir a los miembros de la Comisión de Listas, el secretario general del PSPV tiene previsto someter a consideración las principales líneas de actuación política de su ejecutiva.

Pla confía en controlar la comisión de listas y que la contestación interna no supere el 30%

El cambio tranquilo que propugnó Pla, a imitación de José Luis Rodríguez Zapatero, está en marcha. El equipo del dirigente del PSPV se muestra satisfecho con el proceso congresual en comarcas que ha transcurrido sin excesivo ruido y con un número de impugnaciones poco significativo que sólo podrían tener alguna transcedencia en la composición de los miembros designados al Comité Nacional en la asamblea de la comarca de Chiva-Hoya de Buñol, que controla Izquierda Socialista y que no cumplió con la democracia paritaria (una condición que se ha vulnerado en otros órganos sin consecuencia hasta ahora). Tras la celebración de los congresos comarcales, el equipo de Joan Ignasi Pla centrará sus esfuerzos en preparar la primera reunión del Comité Nacional -el órgano que derribó a Joan Romero- donde aspira a controlar la comisión de listas (que tendrá siete o nueve miembros en función de las negociaciones) y a que la minoría de descontentos no supere el 30%. El equipo de confianza de Joan Ignasi Pla, compuesto fundamentalmente por personas procedentes del lermismo, considera que el frente de resistencia integrado por el grupo del vicesecretario José Luis Ábalos, del diputado nacional Ciprià Ciscar, los dirigentes de la Federación de Servicios Públicos del sindicato UGT junto a lo que queda de asuncionismo e Izquierda Socialista ha salido fuertemente debilitado en el proceso de renovación de los órganos comarcales. Según estas fuentes, la fuerza de los sectores críticos con Pla se concentra básicamente en las comarcas de L'Horta Sud, La Ribera Alta, Camp de Túria, Camp de Morvedre y Chiva-Hoya de Buñol. La adhesión a la nueva mayoría que sustenta al secretario general del PSPV de lo que se calificó en su día como la garrofera -el grupo de dirigentes comarcales y locales que prestaban su apoyo a uno u otro candidato en base a mantener sus cuotas de poder territorial- ha permitido normalizar la situción orgánica en comarcas como L'Horta Nord, L'Alacantí, La Marina Alta o La Plana Baixa. Fuentes de la ejecutiva de País Valenciano también son conscientes de que, aunque hay comarcas donde la influencia de la nueva mayoría que sustenta a Pla no se ha consolidado, la disciplina interna funcionará sin problemas, con lo que la estabilidad está garantizada. Tras la conclusión de los congresos comarcales, el gabinete del secretario general del PSPV considera que la reunión del Comité Nacional del partido el próximo mes de enero debe convertirse en el pistoletazo de salida de la preparación de la campaña electoral de 2003. Una preparación que, según el análisis de los socialistas, el Partido Popular realiza de manera continuada durante toda la legislatura. En esta preparación se dedicará especial importancia a las grandes ciudades, fundamentalmente Valencia y Alicante, donde todavía quedan pendientes algunos ajustes orgánicos. En Valencia, donde la labor de oposición se valora razonablemente, el equipo de Pla se muestra satisfecho con la elección de Rafael Rubio como secretario comarcal porque permitirá impulsar la renovación orgánica y deja a Ábalos -que tendrá que decidir qué papel juega en la ejecutiva del PSPV- sin la palanca de poder que ostentaba. En Alicante, donde la oposición local es de bajo nivel y las divergencias internas demasiado evidentes, la ejecutiva del PSPV confia en que el senador y secretario local Ángel Franco facilite la transición en el próximo congreso socialista de la ciudad para impulsar una alternativa al popular Luis Díaz Alperi. La ejecutiva del PSPV está convencida, pese a todas la dificultades, de que el partido entra a partir de ahora en una fase de estabilidad.

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