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Entrevista:JORDI PETIT - CONCEJAL DE UDC EN L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

"El congreso de Unió Democràtica está pensado en clave de operación de imagen"

Francesc Valls

Nació en 1960 en L'Hospitalet de Llobregat, de donde es concejal desde 1991. Jordi Petit pertenece al llamado sector crítico o renovador, que agrupa a un centenar de delegados en el próximo congreso de Unió, partido del que ha sido secretario de política municipal (1993-1996) y secretario general adjunto (1996-1999).Pregunta. ¿Qué saldrá de este congreso del próximo sábado?

Respuesta. Este congreso está convocado en clave de operación de imagen. Se intenta proyectar una imagen idílica del partido, cuando la realidad es otra.

P. Sólo hay una ponencia.

R. Sí. No habrá elección de cargos y por tanto el único objetivo es aprobar una ponencia que dice pocas cosas. Y eso sucede en un momento en que estamos en los medios de comunicación. Se cuestionan las conductas éticas de destacados militantes de UDC y asistimos a un debate sobre el compromiso político de Unió desde el punto de vista nacional y social. Esto no se puede ventilar en un día de congreso.

P. ¿Y con este panorama tan negro, ustedes, los críticos, se resignan a ejercer el papel testimonial de pepito grillo?

R. No me gustaría pintar un panorama negro, me gustaría dar una imagen realista. Debe desvanecerse cualquier sombra de sospecha sobre conductas en el partido; hay que proyectar una imagen positiva de compromiso del partido con la gente de Cataluña, y debemos recuperar la imagen genuina de hacer política de Unió.

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P. ¿Hay falta de democracia interna en UDC?

R. Estamos convencidos de que no se están utilizando todos los mecanismos que prevén los estatutos. El grupo renovador -los críticos, como nos llama la dirección- ha querido recuperar en esencia la forma interna de gestionar el partido. Separación de cargos internos y cargos en las administraciones; respeto a mayorías y minorías; listas abiertas, y que se cumpla la colegialidad en la toma de decisiones.

P. ¿Quiere esto decir que el partido ya no toma las decisiones colegiadamente y se ha convertido en una plataforma para potenciar a Duran Lleida?

R. Creo que la estrategia del partido en los últimos tiempos está orientada a la consecución de objetivos muy personales, y fruto de esto es la dificultad para hacer llegar nuestro mensaje a la sociedad catalana. Estamos demasiado condicionados por una estrategia tacticista que sólo tiene un elemento definitorio: la lucha por el poder en el seno de la coalición.

P. El caso Pallerols es una losa que pesa sobre su partido.

R. Efectivamente, y eso afecta a la moral y la ilusión de la gente. Los afiliados y afiliadas de Unió hemos pedido una respuesta rápida a la dirección del partido. Tengo la profunda convicción de que ni la respuesta ha sido rápida, ni contundente, ni profunda. La cuestión está en la calle y las actuaciones que se han llevado a cabo desde el partido no han permitido aclarar la situación. Muchas de las cosas que estamos pidiendo desde el primer momento se están materializando ahora. Por ejemplo, nosotros pedimos la dimisión de Ignasi Farreres [presidente de Unió] y de Josep Sánchez Llibre [secretario de organización] y se nos contestó de manera poco agradable. Ahora se ha reconocido en parte lo que pedíamos.

P. Ahora UDC parece enzarzada en dirimir si es catalanista o nacionalista.

R. Esta es una muestra más de la estrategia tacticista que se ha seguido en los últimos tiempos en UDC. Se ha realizado un debate falso que no concuerda con la realidad del partido, y esto pasa porque las decisiones las toma un grupo reducido de personas que no es ni el comité de gobierno. Ese grupo responde a necesidades coyunturales de adaptación del discurso al momento. Las posiciones estratégicas deberían ser discutidas y acordadas en un amplio debate.

P. ¿Los renovadores o críticos son especialmente nacionalistas?

R. El grupo renovador suscribe al 100% la ideología de UDC que se plasma en un documento del consejo nacional extraordinario de 1997. Esa es la doctrina nacional que defiende. El debate, por tanto, no está ahí.

P. Ustedes presentan una enmienda a la totalidad

R. Sí, de retorno. Es una enmienda que tiene más de formal que de contenido e intenta poner de relieve el divorcio entre la dirección y la realidad del partido, así como la alarmante esterilidad que desde el punto de vista ideológico y programático muestra la ponencia. Eso se ha puesto de manifiesto con el discurso nacional de UDC. Se efectuó una redacción en el primer borrador de ponencia y se han tenido que admitir 500 enmiendas. Desde hace tiempo se nos anuncia que éste debía ser un congreso importante para UDC y la única nueva propuesta es reformular la coalición. Ha habido tiempo para elaborar la ponencia de otra forma, con la colaboración de los militantes, pero no ha sido así. Este partido funciona de arriba abajo y siempre había sido al revés .

P. ¿Ese tacticismo lo atribuyen a la figura de Duran Lleida?

R. No. No sería justo. Los cambios que se han operado en el partido en los últimos tiempos se orientan hacia el coyunturalismo y el tacticismo. Cuando un grupo de personas al frente del partido necesita dar respuestas rápidas en función de asuntos coyunturales cada vez es menos necesaria la opinión de todos.

Consuelo Bautista

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