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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

El guardia civil persiguió al inmigrante con la pistola montada

El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, ofreció ayer detalles sobre la muerte de un indocumentado, de entre 26 y 28 años y rasgos magrebíes cuya identidad se desconoce, hacia las 2.15 del pasado domingo en la costa de Tarifa, donde acababa de desembarcar junto a otros ocho inmigrantes.Las declaraciones de López Valdivielso a Europa Press confirman la versión ofrecida el domingo por la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, en el sentido de que la muerte se debió a un disparo accidental, aunque la amplían al explicar que éste se produjo porque el agente persiguió al inmigrante con el arma en la mano y alimentada, tras darle el alto y disparar al aire.

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El disparo, según estas declaraciones, se produjo cuando el inmigrante "efectuó un movimiento brusco que hizo caer al agente" que lo perseguía, "con una linterna en una mano y la pistola en la otra", tras haberle dado "el alto el fuego repetidamente" y haber hecho un tiro al aire, por lo que el arma se había "alimentado automáticamente".

López Valdivielso explicó que el agente "actuó de forma aislada" a sus compañeros, al acceder a través de una vaguada a la zona donde habían desembarcado los inmigrantes y ver "cómo una persona intentaba escapar subiendo por unas piedras".

"Arma alimentada"

"Tras darle el alto repetidamente, efectuó un disparo al aire y emprendió su persecución", agregó el director general, quien dijo que, en el momento en que alcanzó al inmigrante, "el agente sostenía en una mano una linterna y en la otra la pistola que había quedado alimentada automáticamente debido al disparo realizado" antes."Al intentar sujetar a la persona que acababa de interceptar, ésta efectuó un movimiento brusco que hizo caer al guardia civil, momento en que se produjo el disparo", agregó. El director general explicó que, "al darse cuenta de lo ocurrido, el guardia civil procedió a atender al herido, por lo que trató de taponar la herida hasta la llegada de los otros compañeros y su posterior evacuación".

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Respecto al uso del arma por parte de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, aseguró que "se trata de una cuestión perfectamente reglada". Las instrucciones de la Secretaría de Estado para la Seguridad", explicó, "señalan que se puede utilizar el arma de fuego en caso de huida por parte de un sospechoso, disparando únicamente al aire o al suelo, con objeto exclusivamente intimidatorio, previas las conminaciones y advertencias de que se entregue a la policía o Guardia Civil, para lograr la detención, teniendo previamente la certeza de que con tales disparos, por el lugar en que se realicen, no puede lesionarse a otras personas y siempre que se entienda que la detención no puede lograrse de otro modo".

El agente implicado está apartado del servicio y de baja por recomendación médica, ya que sufre una crisis nerviosa.

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